Por qué, al contrario de lo que se piensa, el lenguaje corporal no es tan útil como el verbal para descubrir a un mentiroso

Por qué, al contrario de lo que se piensa, el lenguaje corporal no es tan útil como el verbal para descubrir a un mentiroso

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¿Te preguntaste alguna vez si podrías pasar una prueba de detección de mentiras? ¿O te imaginas como sería leer el lenguaje corporal de la gente?

Por BBC Mundo

Leer el lenguaje corporal puede ser fantástico para añadir tensión en un interrogatorio en una película de acción. Sin embargo, lo cierto es que no hay mucha evidencia de que puedas detectar mentiras observando el lenguaje corporal de la persona que habla.

Cuando tratas de descubrir si alguien está mintiendo en una entrevista, tu fuente es el comportamiento que muestra la persona o la información que te brinda.

La detección de mentiras no verbal (el lenguaje corporal) es más popular que la detección verbal, porque la gente cree que los mentirosos pueden controlar lo que dicen pero no su comportamiento.

Pero las claves verbales del engaño son mucho más reveladoras.

Solemos asumir que los mentirosos van a estar ansiosos. Creemos por ejemplo que un mentiroso puede desviar la mirada de su entrevistador, jugar con sus manos, transpirar o tragar con frecuencia.

Esta creencia no tiene evidencia científica. El problema es que quienes dicen la verdad también pueden ponerse nerviosos en una entrevista y pueden mostrar el mismo comportamiento que un mentiroso.

Los mentirosos están más preocupados por su credibilidad, mientras que aquellos que dicen la verdad son más proclives a pensar que la verdad saldrá a flote.

Sin embargo, si ambos optan por estrategias de lenguaje corporal, harán lo mismo: tratarán de evitar mostrar señales de su nerviosismo.

En cambio, las tácticas verbales de mentirosos y no mentirosos son diferentes. Típicamente ambos no dan toda la información que tienen al principio, porque no saben cuánto se supone que deben ofrecer.

Sin embargo, quienes dicen la verdad están dispuestos a brindar información y creen que su honestidad es obvia para los observadores.

Pueden también carecer de la motivacion necesaria para dar mucha información.

¿Para qué poner tanto esfuerzo en dar detalles que creen que son irrelevantes cuando la verdad es obvia? Además, en un principio, puede que no logren recordar todo lo que está guardado en su memoria.

Estrategias diferentes

Los mentirosos tratan de mantener sus historias simples. Tienen miedo de que lo que digan pueda dar pistas a los investigadores para que lo verifiquen Temen que no puedan repetir todo lo que dijeron cuando los vuelvan a entrevistar más tarde, o que una mentira elaborada les requiera pensarla mucho.

Estudios que analizan el engaño han mostrado que no solo las claves verbales son más reveladoras que las no verbales, sino que las personas son mejores detectando mentiras cuando escuchan a alguien hablar que cuando observan su comportamiento.

Los protocolos de entrevista en la mayoría de las profesiones, como por ejemplo los que usan los guardias fronterizos o la policía, han sido desarrollados por investigadores y están destinados a explotar las diferentes estrategias verbales que mentirosos y honestos usan en las entrevistas.

Los protocolos que los entrevistadores normalmente elige dependen de la evidencia.

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