La Semana Santa sigue su curso. En las procesiones, la simbología de las hermandades de cofrades es todo un mundo que cuenta con su significado propio. Entre lo más llamativo que podemos encontrar son los colores que portan los ‘hermanos’. Tradicionalmente el negro era el más común, tanto para vestir a la Dolorosas como para los penitentes que les acompañaban. Pero con el paso del tiempo la amalgama de colores se ha ido extendiendo, cada uno con su significado.
Por AS
¿Qué significa cada color?
Tradicionalmente se ha asociado cada color para hacer referencia a distintos momentos de la vida de Jesús: antes, durante y después de su sacrificio en la cruz. El investigador mexicano Eulalio Ferrer, en su libro Los lenguajes del color, explica que en el año 1200 el papa Inocencio III codificó el simbolismo de cada color. Posteriormente, tal y como explica El Debate, fueron revalidados por Pío V. Fueron, en primera instancia, el blanco, rojo, verde y morado, a los que más tarde se han ido añadiendo el rosa, amarillo, dorado y azul.
Los tradicionales negro y morado
Son de los más representativos en esta festividad, tanto en los capirotes como en las túnicas de los nazarenos de diferentes hermandades por toda España. El negro representa el duelo, el luto, por lo que es de los más comunes el Viernes Santo. Mientras, el morado es la Cuaresma, la penitencia y la vigilia.
La pureza del blanco
En la tradición cristiana tiene que ver con la pureza, la alegría y la luz. Muy propio también de otras festividades como la Pascua. Es común emplearlo para representar a Cristo resucitado, pero también de manera más destacada en Domingo de Ramos, que rememora la entrada de Jesús en Jerusalén. También es un color típico de las ofrendas.
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