El fiscal vaticano confirmó hoy la voluntad de la Santa Sede de esclarecer el caso de la desaparición de Emanuela Orlandi, ciudadana vaticana que desapareció a los 15 años en 1983, y el martes escuchará a su hermano para recoger las últimas informaciones que posee.
“La Oficina del Promotor (fiscal) confirma la voluntad de la Santa Sede de aclarar el asunto, también a la luz de las recientes declaraciones de Pietro Orlandi, emprendiendo todas las acciones para llegar a una reconstrucción fiel de los hechos, en la medida en que sea posible”, comunicó hoy el Vaticano.
La Fiscalía informó que el próximo martes escucharán al hermano de Emanuela Orlandi “después de que la reunión fue solicitada por este último, quien estará acompañado de su abogado, con el fin de hacer sus propias declaraciones y ofrecer cualquier información en su poder en el marco del expediente abierto por el promotor de Justicia del Vaticano en enero de este año, a raíz de unas declaraciones recientes sobre la desaparición de su hermana”.
El fiscal del Vaticano, Alessandro Diddi, convocó al hermano de Emanuela Orlandi, la joven que desapareció a los 15 años en 1983, para recoger nuevas informaciones tras decidir reabrir la investigación del que es uno de los grandes misterios de la historia italiana, confirmó a EFE la abogada de la familia.
La abogada, Laura Sgro, explicó a EFE que llevarán al fiscal “las pruebas” que han recogido en estos últimos años “para contextualizarlas”.
Entre los nuevos documentos que depositarán para la investigación, Pietro Orlandi llevará algunos que podrían demostrar que, tras su desaparición, su hermana fue llevada a la isla de Cerdeña y posteriormente a Inglaterra.
Asimismo, Pietro Orlandi y su abogado volverán a pedir la comparecencia de algunos testigos de la época, entre ellos el cardenal Giovanni Battista Re, el cardenal argentino Leonardo Sandri, el cardenal polaco Stanislaw Dziwisz, que fue secretario de Juan Pablo II, así como el arzobispo Georg Gaenswein, secretario de Benedicto XVI, y el ex comandante de la Gendarmería Domenico Giani.
Orlandi era una ciudadana vaticana (su padre era un empleado de la Santa Sede y vivía dentro de los muros vaticanos), que desapareció el 22 de junio de 1983 con 15 años cuando salió de casa para acudir a sus clases de música en Roma y se ha convertido en uno de los grandes misterios de la historia italiana.
La abogada de la familia Orlandi había presentado al Vaticano denuncias en 2018 y 2019 y diversas instancias hasta que finalmente el Vaticano en enero decidió reabrir la investigación.
La Fiscalía vaticana ya había abierto en abril de 2020 la investigación sobre la búsqueda de eventuales restos de la joven en el cementerio alemán de la Ciudad del Vaticano pero, al no encontrar nada, se archivó de nuevo el caso.
La desaparición de Orlandi, que ha vuelto a ser noticia después del estreno del nuevo documental «Vatican Girl» («La chica del Vaticano») en la plataforma Netflix, fue relacionada en varias investigaciones periodísticas con el atentado contra Juan Pablo II en 1981 en la plaza de San Pedro del Vaticano a manos del terrorista turco Ali Agca.
También se acusó a la Banda della Magliana, la mafia de Roma de la década de los años 70 y 80, que habría actuado por orden del fallecido arzobispo estadounidense Paul Marcinkus, entonces director del IOR, el banco vaticano.
En el último periodo, se publicaron dos audios inéditos sobre las relaciones con la Banda dell Magliana y el Vaticano; y Ali Agca envió una carta al hermano de Emanuela, Pietro, en la que volvía a culpar al Vaticano.
Italia aprobará en breve la creación de una comisión parlamentaria que trate de esclarecer las desapariciones sin resolver de dos chicas, una de ellas Emanuela Orlandi.
EFE