Los Sussex estuvieron a punto de perder sus títulos de duques cuando dejaron la realeza, pero el Rey Carlos III no quiso que así fuera
Las conversaciones de la realeza sobre despojar al Príncipe Harry de su título real después del Megxit se llevaron a cabo al más alto nivel, según revela un nuevo libro.
Por Latfan
Los expertos del palacio bromearon sobre la condición del Príncipe, lo que llevó a que lo apodaran “el rehén”, en relación con el control que ejercía sobre él su esposa, Meghan Markle, a quien culpaban por el escándalo que se produjo dentro de la familia.
No solo bromeaban con que Harry era un rehén. También decían que era “víctima del síndrome de Estocolmo”, según detalla el escritor Robert Jobson.