Cuanto más grande, mejor. Eso debió pensar Elon Musk, siempre en el centro de la polémica, cuando puso sobre la mesa la necesidad de construir Starship, el cohete espacial más grande y potente jamás creado. Parecía una locura, como su gestión al frente de Twitter, pero ahora el megacohete está listo para el lanzamiento, que se podrá seguir desde España. Lo único que queda esperar es la aprobación de la Administración Federal de Aviación de EEUU, reticente tras sucesivos accidentes y fallos en las pruebas previas.
Por El Español
A pesar de los recelos de la FAA, desde SpaceX aseguran que la nave está lista para su despegue en Starbase, la sede de Boca Chica (Texas) en la que la compañía ha ‘copiado’ las instalaciones de la NASA en Cabo Cañaveral. Según el último calendario anunciado por el magnate, todo apunta a que el próximo lunes 17 de abril será el día en el que se escuchará la cuenta atrás que puede cambiar la exploración espacial para siempre. Tampoco se descartan nuevos retrasos, muy habituales como se pudo comprobar con la misión Artemis, pese al continuo ‘bombardeo’ de Musk en Twitter sobre lo inminente del lanzamiento desde que empezó 2023.
Las diferencias de Starship con anteriores cohetes y naves espaciales van mucho más allá del tamaño y la potencia. Y es que el concepto detrás de este descomunal prodigio de la ingeniería aeroespacial implica su reutilización completa, un paso más allá de lo conseguido con los cohetes Falcon 9 que tan buen resultado le siguen dando a SpaceX. La idea de Musk es que Starship pueda encadenar lanzamientos cada pocas horas, convirtiéndose en un revolucionario transporte para abaratar los viajes espaciales: primero conectará la órbita baja de la Tierra con las misiones en la Luna, para después servir de base para una futura e hipotética colonización de Marte.
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