La artritis reumatoidea (AR) es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta principalmente las articulaciones, provocando dolor, rigidez, molestias: todos síntomas que parecerían incompatibles con el ejercicio.
Por: Clarín
Sin embargo, la actividad física adecuada (con rutinas adaptadas a las condiciones particulares de cada persona que vive con artritis) forma parte de las indicaciones para el abordaje de la enfermedad y se asocia con múltiples beneficios, que van desde la ganancia de masa muscular (dado que la AR acelera su pérdida a medida que se envejece) hasta efectos positivos sobre el dolor.
“Hay evidencia que demuestra que el ejercicio físico de diferentes tipos, duraciones e intensidades puede ser clínicamente efectivo para la artritis reumatoidea”, afirmó la especialista Graciela Betancur, miembro de la Sociedad Argentina de Reumatología (SAR).
¿Cuáles son los ejercicios más recomendados? ¿Cómo disminuir el riesgo de lesiones? ¿Cuál es el el efecto sobre el dolor? ¿Qué herramientas ayudan a tolerar mejor la actividad? ¿Si hay inflamación hay que suspender el ejercicio? Son algunas de las dudas frecuentes que responden desde la SAR.
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