El bailarín soviético más famoso del siglo XX es demasiado gay para la Rusia actual. Aunque esté muerto. El Teatro Bolshoi ha cancelado permanentemente un ballet sobre la leyenda de la danza rusa Rudolf Nureyev. El montaje está dirigido por Kirill Serebrennikov, uno de los directores más innovadores y exitosos de Rusia, que abandonó el país el año pasado después de que Vladimir Putin lanzase su ataque a gran escala contra Ucrania. El Teatro Bolshoi ha admitido que retira la obra porque contraviene las leyes antigay del país, que se endurecieron el año pasado mientras Putin proclamaba su nueva cruzada contra el fascismo en Ucrania.
Por: El Mundo
El Teatro Bolshoi suspendió las representaciones del ballet Nureyev hace casi un año. A muchos no les ha sorprendido que desaparezca definitivamente esta obra, teniendo en cuenta que el nombre de su director ya fue borrado por las autoridades. En mayo de 2022, el sitio web del teatro eliminó la mención de que el director de la función era Kirill Serebrennikov. El Ministerio de Cultura de Rusia lo justificó diciendo que los nombres de los que “renunciaron a Rusia” en “tiempos difíciles” como los actuales desaparecen de los carteles de las instituciones culturales por “pura lógica”.
Como admitió el miércoles el director del Bolshoi, Vladimir Urin, esta cancelación definitiva está relacionada con el endurecimiento de una ley de 2013 contra la llamada ‘propaganda gay’. Una enmienda aprobada en diciembre de 2022 amplió la prohibición de “la propaganda de relaciones sexuales no tradicionales”. Inicialmente se aplicaba a niños. Ahora tampoco se puede mostrar homosexualidad a los adultos.
‘Nureyev’ se inspira en la vida de la superestrella del ballet Rudolf Nureyev, y su uso de desnudos en el escenario y lenguaje profano ha indignado a los conservadores rusos. “Se discuten de manera absolutamente inequívoca cuestiones relacionadas con la promoción de valores no tradicionales”, admite el director general del teatro.
El estreno de Nureyev tuvo lugar en diciembre de 2017 y pronto se convirtió en uno de los acontecimientos teatrales más importantes del año. En la recta final antes del estreno, la función se estuvo preparando sin Serebrennikov, que en ese momento estaba bajo arresto domiciliario acusado de malversación de fondos del teatro del Centro Gogol de Moscú. En marzo del año pasado, a Serebrennikov se le permitió salir de Rusia, donde había sido declarado culpable en 2020.
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