En exclusiva para SEMANA, el expresidente César Gaviria hizo una alarmante radiografía de los ocho meses del gobierno de Gustavo Petro. Puso en duda que el presidente deje el poder en cuatro años.
Por semana.com
Vicky Dávila: Expresidente, esta es la primera entrevista que da desde que Gustavo Petro es presidente.
César Gaviria: Sí, es verdad. Petro tenía claro desde el principio que esto que está haciendo lo iba a hacer. Yo sabía porque él me lo cantó en Florencia (Italia). Entonces dije: “Mejor me quedo calladito”.
V.D.: Muchos consideran que Petro llegó a acabar con todo lo que usted hizo en su Gobierno. ¿Lo ve así?
C.G.: No, él lo dice así. Asegura que todas esas leyes que aprobamos después de la Constitución son las que tienen al país en problemas. Entonces, él personalmente tiene su opinión.
C.G.: Sí, me lo dijo.
V.D.: ¿Usted qué le respondió?
C.G.: Que estaba equivocado. Y ahora que estamos en la discusión de esas leyes, se nota que está equivocado.
V.D.: El Gobierno de Gustavo Petro lleva un poco más de ocho meses. ¿Va bien?
C.G.: No. Por ejemplo, la política de orden público no se le entiende, ni tampoco la paz total. No sé por dónde van a sacar la cabeza porque está creciendo la inseguridad a una velocidad impresionante. La seguridad va a ser el principal tema de la campaña que viene. Ni siquiera va a ser la personalidad de Petro. En economía, creo que lo han hecho relativamente bien porque tienen por ahí a Ocampo, que es una persona bien formada y con buena trayectoria y credibilidad. Sin embargo, están cometiendo errores porque cada cosa que presentan es para tumbar el crecimiento de una economía que ya sabemos que este año va a crecer mal. Entonces, no sé hasta dónde nos va a llevar eso. El crecimiento del país en 2023 puede ser muy bajito, mucho menor de lo que están diciendo los técnicos, esos señores que desde Nueva York y desde un escritorio van diciendo cuánto va a crecer cada país. Yo creo que dicen lo que intuyen y ya.
V.D.: Le insisto, ¿Petro va bien o mal?
C.G.: Es evidente que no va bien. Las cosas no le han salido. Él se ha deteriorado mucho desde que es presidente. Su imagen pública se ha deteriorado bastante. Tampoco ha logrado armar un equipo que sea capaz de ayudarle a llevar la presidencia. Además, a él le gusta mucho estar y hablar por fuera del país, tiene esa predilección. Tiene un mundo de asesores y asesoras a los que uno no sabe bien qué tanto les cree o no. Ese poder de esas personas se ha ido erosionando. Petro le coge desconfianza a la gente muy fácil, él le coge pereza a la gente muy rápido.
V.D.: ¿El gabinete es acertado y asertivo?
C.G.: No. El gabinete tiene un problema de sesgo y de exceso de izquierda que hace mucho daño. Cualquier cosa que sea oficial y pública es buena y cualquier cosa que sea privada es mala. Ahí el presidente tiene especialmente a varias ministras en esa actitud.
V.D.: ¿Quiénes?
C.G.: No, para qué me voy a poner a la tarea de construir una lista de enemigos que ya tengo y que encabeza el presidente (risas).V.D.: ¿El presidente es enemigo suyo?
C.G.: Sí, claro.
V.D.: ¿Por qué lo dice, expresidente?
C.G.: Porque él me lo ha dicho.
V.D.: No me diga…
C.G.: Pues claro. A él le parece que todas las leyes que sacamos después de la Constitución del 91 son las que tienen a este país jodido. Él está equivocado, porque Colombia, en general, tiene buen comportamiento económico, lo hemos sobrellevado, porque se logró armar una flexibilidad laboral que más nadie tiene, aunque necesita rectificaciones importantes porque se empieza a agotar. Las ideas del Gobierno se empiezan a agotar y creo que las tendencias entre unos y otros también van desdibujando mucho al presidente.
V.D.: ¿Usted se imaginaba que el Gobierno de Petro iba a ser como ha sido hasta hoy?
C.G.: Pues sabía que iba a ser parecido a lo que hizo en la Alcaldía de Bogotá. Eso me lo imaginé siempre. Es que llega un momento en el que él tira la puerta y se va. Pero sí, sí me lo imaginaba, porque ese es su modo de ser. Él se concentra mucho en sí mismo y es muy ególatra, y tiene cierta idea mesiánica de la vida pública y sí, esto es lo que produce eso.
V.D.: The Economist y el senador de Estados Unidos Marco Rubio han utilizado la palabra “caos” para definir al Gobierno Petro. ¿Qué piensa?
C.G.: Lo que estamos viendo en el Gobierno es el país, tal como es. Y Petro tiene una política que es muy ajena a lo que es el país. Por ejemplo, hablan de una paz total sin ningún fundamento. El ELN tenía 2.000 personas cuando se hizo la paz con las Farc y ahora tiene 5.000. Y los metieron ahí a la brava, sin ninguna idea de qué iban a hacer con ellos. Entre otras cosas, los dueños del negocio del narcotráfico, las importaciones, los cultivos y todo son los mexicanos, y por eso cualquier negociación termina en México. Entonces eso no va bien y no creo que al final vaya a haber una negociación distinta a una negociación con unos narcos de México.
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