Hace apenas un mes, YouTube suspendió al menos cinco canales que promovían tendencias favorables al régimen de Nicolás Maduro y cuyo contenido estaba asociado a la desinformación o noticias falsas.
Por Adriana Núñez Rabascall | Voz de América
“En Venezuela hay un uso de inteligencia artificial que es negativo, y es cuando el sistema de propaganda oficial, el aparato estatal, utiliza la inteligencia artificial para difundir información falsa”, advierte el periodista y ciberactivista, Luis Carlos Díaz.
Uno de esos canales de YouTube simulaba ser un noticiero de televisión, pero sus presentadores eran creados a través de un programa que permite que los labios del personaje en pantalla se sincronicen con un guion.
“Lo que pasó con Maduro y con la inteligencia artificial es que usaron un deep fake. Crearon un avatar, un personaje que no existe y un noticiero que tampoco existe, para promocionar una realidad que tampoco existe. Pero, fue muy bien utilizado y va a seguir sucediendo, porque forma parte de la estrategia de Maduro”, explica el coordinador de la ONG Redes Ayuda, Luis Serrano.
Maduro respondió a quienes denunciaron esto.
“No es la inteligencia artificial, es la inteligencia popular”, dijo el vocero chavista en una transmisión en el canal del Estado.
Maduro también se ha valido de sus redes para bromear con el uso de esta tecnología en TikTok, donde divulgó fotografías, elaboradas con inteligencia artificial, de cómo luciría si fuera jugador de baloncesto, cantante de trap o competidor del concurso de cocina Master Chef.
“Está utilizándolo para verse más cercano a la gente, entendiendo muy bien y leyendo muy bien qué tipo de información consume el público de esa red social”, detalla Serrano.
Pero con las elecciones presidenciales a tan solo un año, ciberactivistas creen que el votante puede ser vulnerable a diferentes estrategias.
“El riesgo aquí es en dos sentidos: campaña negra, es decir, hablar en contra de los candidatos desde canales que no puedas identificar; y la otra, que es utilizar todo el espectro de opinión pública, creando perfiles de opositores ultraradicales que hablan en contra de la propia oposición. Lo que hace es que juega en todo el tablero, generando desesperanza, desorganización, frustración, rechazo; y ahí es donde la inteligencia artificial le sirve para elaborar guiones, falsos noticieros”, alerta Díaz.
Defensores de derechos digitales señalan al Estado venezolano de usar dinero público para multiplicar su narrativa en plataformas en línea o en redes sociales, sin rendir cuentas a la población.
“Pagan publicidad en Facebook, en Twitter, en YouTube para que a mucha gente le aparezca ese contenido falso, entonces, no solo es que crean información falsa para que se difunda, es que pagan para que se impulse”, asegura Díaz.
Ante la vorágine de imágenes que pueden ser manipuladas a través de la inteligencia artificial, los expertos sugieren verificar esos contenidos con otras fuentes antes de divulgarlas o darlas como ciertas.