El presidente francés, Emmanuel Macron, criticó hoy las recientes declaraciones del embajador de China en Francia, Lu Shaye, que cuestionaban la soberanía de las antiguas repúblicas soviéticas, y afirmó que no es propio de un diplomático usar “ese tipo de lenguaje”.
“No corresponde a un diplomático utilizar ese tipo de lenguaje. Por tanto, plena solidaridad con los países agraviados por la lectura de su historia y de sus fronteras”, manifestó Macron en declaraciones a la prensa durante una visita a la ciudad belga de Ostende, donde participó en una cumbre de países del Mar del Norte.
“Estamos al lado de nuestros amigos y aliados europeos que tuvieron un pasado tan doloroso en el siglo XX, como en el XIX, y que hoy son Estados soberanos cuyas fronteras son inamovibles”, agregó.
Las palabras de Macron hacían referencia a unas declaraciones pronunciadas por Lu Shaye el pasado viernes, en la cadena de noticias francesa LFI, en las que aseguró que “los países de la ex Unión Soviética no tienen un estatus efectivo en el derecho internacional porque no hay acuerdo internacional para concretar su estatus de país soberano”.
En referencia al conflicto entre Rusia y Ucrania, agregó que “todo depende de cómo se perciba el problema” porque “está la historia” y “Crimea era, en un principio, de Rusia”.
“Fue (el líder soviético Nikita) Jruschov quien regaló Crimea a Ucrania en tiempos de la Unión Soviética”, señaló.
Esas palabras causaron un gran revuelo en Francia y en el resto de Europa.
El Ministerio francés de Exteriores recibió hoy al embajador chino para una reunión programada en la que la titular de la cartera, Catherine Colonna, pidió a su equipo que le preguntara sobre sus “deplorables declaraciones públicas”.
En esa reunión, el Gobierno francés le recalcó al embajador chino que es “inaceptable poner en tela de juicio el respeto de la soberanía, la independencia y la integridad territorial de todos los Estados, dado que ésos son principios fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas”, según un comunicado difundido esta tarde.
El ministerio francés de Exteriores hizo también hincapié en que “toda la comunidad internacional, incluida la República Popular China” reconoció en su momento las independencias de las antiguas repúblicas soviéticas tras la disolución de la Unión Soviética y, en el caso particular de Ucrania, esa soberanía incluía la península de Crimea.
De acuerdo con ese aspecto y “tomando nota de las aclaraciones hechas el 24 de abril por el Ministerio chino de Exteriores” y de “que las declaraciones del embajador chino se hicieron a título personal”, París pidió a Lu Shaye “hacer sus declaraciones públicas de forma coherente con las posiciones oficiales de su país”.
Las polémicas declaraciones de Lu se produjeron pocos días después de un viaje del propio Macron a Pekín, en el que pidió a su homólogo chino, Xi Jimping, una intercesión para resolver el conflicto ucraniano.
China se vio también obligada a reaccionar a través de la portavoz del Ministerio de Exteriores, Mao Ning, que señaló que Pekín “respeta el estatus de Estado soberano” de las antiguas repúblicas soviéticas y recordó que su país fue de los primeros en establecer relaciones diplomáticas con las mismas tras la caída de la URSS.
La propia embajada china en París matizó que las palabras del embajador “no eran una declaración política, sino una expresión de puntos de vista personales en el curso de un debate televisivo”.
Por otra parte, el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, consideró hoy “inaceptables” las declaraciones del embajador chino, pero consideró “importante” que Pekín se distanciara de sus palabras.
Asimismo, el jefe de la diplomacia lituana, Gabrielius Landsbergis, aseguró que esas declaraciones demuestran que “no se puede confiar en China” como intermediario para negociar la paz entre Moscú y Kiev, mientras que su homólogo letón, Edgars Rinkevics, denunció que son “palabras completamente inaceptables”.
EFE