La inteligencia artificial debería ser usada en las escuelas para cambiar los métodos de aprendizaje.
Por infobae.com
ChatGPT tiene la facultad de crear textos extensos, por lo que muchos la han usado para generar ensayos elaborados y hacer trampa en los colegios y universidades. Sin embargo, los maestros dicen que no hay que temerle que lo mejor es integrarla a la educación para sacarle el verdadero provecho.
En una investigación realizada por MIT Technology Review fueron consultados varios profesores para profundizar sobre la introducción de la IA en el aprendizaje y cómo esta es una oportunidad para cambiar las metodologías.
“Debemos preguntarnos qué debemos hacer para preparar a los jóvenes (aprendices) para un mundo futuro que no está tan lejano en el futuro”, aseguró Richard Culatta, director ejecutivo de la Sociedad Internacional para la Tecnología en la Educación (ISTE).
Menos miedo, más integración
Para Will Douglas Heaven, quien escribió el artículo, la educación actual está enfocada en calificar y no en generar aprendizaje, y esa debe ser clave del cambio que debería suponer la llegada masiva de la inteligencia artificial.
“ChatGPT es solo otro ejemplo de por qué no podemos seguir haciendo las cosas como antes en las escuelas del mundo moderno”, mencionan en la investigación.
Con este punto inicial, los maestros dejan claro que la educación necesitaba desde hace tiempo un cambio en su metodología, no centrándose en las notas, sino en el impacto a futuro en los estudiantes.
Por eso, Jessica Stansbury, directora de excelencia en la enseñanza y el aprendizaje de la Universidad de Baltimore, considera que aunque todavía “hay algo de miedo”, no se puede ocultar la existencia de la IA y alejarla de la educación, porque “les hacemos un mal servicio a nuestros estudiantes si nos quedamos atascados en ese miedo”.
Un pánico que se generó por la generación de ensayos o respuestas de evaluaciones usando ChatGPT como forma de hacer trampa, algo que en este punto, para los profesores, no debería tomarse como algo negativo, sino como una oportunidad.
“¿ChatGPT eliminó las evaluaciones? Probablemente, ya estaban muertas y han estado en modo zombi durante mucho tiempo. Lo que hizo ChatGPT fue llamarnos la atención”, afirmó Culatta.
Cómo hacer el cambio
Emily Donahoe, tutora de escritura en la Universidad de Mississippi, dio un ejemplo de cómo ella está integrando esta inteligencia artificial en sus clases para desarrollar dos habilidades en sus estudiantes: análisis y la evaluación.
Anteriormente, la maestra les pedía a sus alumnos que escribieran tareas en las que tenían que argumentar algo y calificarlos en el texto que entregaban. Pero ahora, les dice que usen ChatGPT para generar un argumento y luego comenten sobre la eficacia que tiene ese argumento para un público en específico.
De ahí sale un texto creado por los estudiantes, en el que su pensamiento crítico toma el protagonismo.
Otro ejemplo que dio Donahoe, es que al usar la inteligencia artificial, los alumnos perdían el miedo a la hoja en blanco, que es cuando no se sabe por dónde iniciar un texto, para luego desarrollar sus argumentos.
“Puede ayudar a superar determinados puntos de dificultad cuando estos no forman parte necesariamente de los objetivos de aprendizaje de la tarea”, afirmó la maestra.
Un punto que resaltan es que las imperfecciones y los fallos de estas herramientas son una oportunidad para dar variantes a las clases, porque “lo que los educadores deben hacer ahora es mostrar a los estudiantes no solo cómo encontrarlo, sino también, en qué información confiar y cuál no, y cómo notar la diferencia”.
Estos errores abren la puerta a crear debates en clases, buscar más fallos y ver aspectos como el sesgo, para generar más pensamiento crítico. “El hecho de que no sea perfecto es fantástico”.
Una baraja de opciones que se hace cada vez más grande, pero que insisten, es una oportunidad de cambio y no de miedo, porque la trampa no es un problema nuevo y la educación ja sobrevivido a desarrollos como la calculadora, Google y Wikipedia. Por lo que no descartan que esta tecnología llegue hasta los libros y haya chatbots en ellos para que los estudiantes interactúen mientras leen.