El expresidente chileno Sebastián Piñera dijo este domingo que “Chile no resiste otro fracaso constitucional” y pidió a los 50 consejeros que resulten elegidos en las urnas redactar una nueva propuesta de Carta Magna con “altura de miras” y “nobleza”.
“Si repetimos lo que pasó en la anterior convención constituyente, vamos a tener un nuevo fracaso y Chile no necesita ni merece ni resiste un nuevo fracaso en materia constitucional”, indicó el exmandatario conservador tras depositar su voto en el oriente de Santiago.
Piñera, que gobernó el país en dos mandatos no consecutivos 2010-2014 y 2018-2022, pidió “evitar tantos errores, excesos y abusos que se cometieron en la convención anterior”, cuya propuesta de texto constitucional fue rechazada el pasado septiembre en plebiscito por el 62 % de los chilenos.
“Llevamos 40 años peleándonos entre nosotros por la Constitución y la Constitución debe ser justo lo contrario, debe ser el gran marco de unidad”, agregó.
La idea de redactar una nueva Ley Fundamental para sustituir la actual, vigente desde la dictadura (1973-1990) y reformada en democracia, decenas de veces, fue la fórmula que encontraron los partidos políticos para canalizar el descontento social que estalló en octubre de 2019, durante el segundo mandato de Piñera.
Tras el fracaso de septiembre, los partidos acordaron una nueva hoja de ruta para iniciar un segundo proceso constituyente, cuya novedad principal es la participación de un grupo de 24 expertos nombrados por el Parlamento que está redactando un borrador que sirva de base a los consejeros elegidos este domingo.
“Necesitamos una Constitución que nos una y no que nos divida; una Constitución que, junto con recoger lo mejor de nuestra historia, tradiciones, valores y principios, también incorpore los nuevos anhelos y deseos de los chilenos”, concluyó Piñera.
A diferencia de la efervescencia del proceso anterior, estos comicios están marcados por la falta de interés ciudadano y por la crisis de seguridad que atraviesa el país.
Aunque es difícil hacer pronósticos por la gran apatía y porque el voto es obligatorio -al contrario que en las constituyentes de 2021-, hay consenso en que la correlación de fuerzas será muy diferente a la anterior convención, dominada por la izquierda.
La derecha y la ultraderecha son las grandes favoritas y la clave está en si conseguirán los escaños suficientes (30 o más) para aprobar las normas constitucionales sin necesidad de negociar. EFE