A pesar del fuerte golpe que sufrió en la cabeza el miércoles, Los Ángeles Lakers esperan contar con su figura Anthony Davis el viernes en el sexto partido de la semifinal de la Conferencia Oeste de la NBA frente a los Golden State Warriors.
Los Lakers dominan la serie por un global de 3-2 y el viernes tendrán la oportunidad de sentenciar la clasificación ante su público. En caso de derrota deberán volver a San Francisco para un séptimo y definitivo partido ante los vigentes campeones.
Davis se retiró del quinto juego del miércoles a falta de siete minutos y medio para el final después de recibir un codazo involuntario en la sien de su defensor Kevon Looney.
Tras unos minutos aparentemente aturdido en el banquillo, el pívot se marchó caminando de la pista y, según la cadena TNT, fue después trasladado en silla de ruedas en el túnel de vestuarios dejando dudas sobre su futuro en la serie.
Este jueves, el técnico Darvin Ham fue el primero en expresar optimismo sobre el estado de su estrella.
“Se siente muy bien”, dijo Ham en una rueda de prensa. “Nuestro personal médico nos dio una gran actualización. No está en el protocolo (de conmoción cerebral), no muestra ningún signo de nada”.
Posteriormente los Lakers emitieron el reporte médico de su equipo en el que Davis aparece como “probable” para jugar el viernes. El parte no menciona ninguna lesión en la cabeza del pívot sino sus habituales molestias en el pie derecho.
Davis ha sido una pieza clave para la inesperada trayectoria de los Lakers en estos playoffs, en los que promedia 21,5 puntos, 13,5 rebotes y 3,4 tapones por noche. /AFP