En un hecho inquietante, que demostró que hubo una seria falla en la seguridad del Vaticano, un desequilibrado de unos 40 años logró esta noche ingresar al pequeño Estado, donde se activaron todas las alarmas de seguridad y se cerraron los accesos que llevan hasta la residencia de Santa Marta, donde vive el papa Francisco, hasta que, minutos más tarde, fue detenido por la gendarmería.
Por: La Nación
Según pudo saber LA NACION de una fuente informada del Vaticano, el sujeto, alterado, gritaba que había tenido visiones del diablo y clamaba que quería ver al Papa para contarle.
En un comunicado difundido vía Telegram a los periodistas acreditados a las 22.30 locales, la Sala de Prensa de la Santa Sede informó que pasadas las 20, un vehículo llegó a la entrada de Santa Ana. Allí, pese a que guardias suizos le dijeron a su conductor que no podía ingresar debido a la falta de la relativa autorización, haciendo una maniobra y volviendo a ingresar a gran velocidad, el sujeto sorteó los dos puestos de control de la guardia suiza y de la gendarmería.
“En el intento de detener el carro, el inspector de la gendarmería de guardia en el control, disparó su pistola en dirección de las gomas anteriores del vehículo”, indicó el comunicado, que precisó que, “si bien el tiro impactó en el paragolpes anterior izquierdo, el auto siguió adelante”.
Fue entonces que, por radio, por una orden del cuerpo de guardia, entró en funcionamiento el código de alarma por el que se cerró el llamado Portón de la Zecca, que permite el acceso a la parte posterior de la Basílica de San Pedro, a los jardines del Vaticano y a la plaza de Santa Marta, es decir, hasta la zona donde vive el papa Francisco.
Un vehículo irrumpió a toda velocidad en el Vaticano: hay un detenido
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