No se pueden imaginar el número de personas que se me ha acercado para preguntarme cómo van los avances en torno a la elección primaria de la oposición del venidero 22 de octubre. Eso denota preocupación, pero a la vez el creciente interés que existe en los ciudadanos de participar en el proceso democrático.
Un buen número de esas personas habla con las palabras propias de la incertidumbre, porque han notado las divergencias que existen entre algunos candidatos y algunos opinadores en cuanto al apoyo que puede prestar el Consejo Supremo Electoral (CNE). De esto hemos escrito en artículos anteriores de La Patilla. Seré, por lo tanto, breve y muy claro en dos aspectos que preocupan a los ciudadanos: el CNE no va a contar los votos y la confidencialidad de los votantes está garantizada, como lo ha señalado la Comisión Nacional de Primaria (CNP). Lo demás son cuentos de camino, que se originan en algunos casos sin mala intención por la bien ganada mala reputación del ente comicial, pero en otros de manera deliberada por intereses.
Mi posición es la que expresó Francisco Sucre, jefe del Comando de Campaña de Freddy Superlano, tras la reunión que sostuvo con la CNP junto a altos representantes de Voluntad Popular (VP). El también diputado a la legítima Asamblea Nacional electa en 2015 por Bolívar, expresó que VP velará porque el resguardo de la identidad del elector esté garantizado al cien por ciento en los términos que establezca la comisión mixta para la eventual intervención del CNE. “VP siempre ha estado de acuerdo con la asistencia técnica del CNE, pero rechazamos la inaceptable pretensión del ente rector de querer ejercer algún control político”. Sucre agregó que Voluntad Popular espera que antes del 23 de mayo, fecha en que se inicia el proceso de postulaciones, esté definido si la primaria será con o sin CNE.
Nosotros creemos que la Comisión Nacional de Primaria ha avanzado y ha desarrollado un trabajo muy importante, con base en la fase de consulta que ha tenido con sectores políticos y otros. Entre esos avances, por nombrar un solo aspecto, es haber concretado las ciudades en que votarán los venezolanos que conforman la diáspora.
Les aseguro que estaremos vigilantes al desarrollo de este proceso de construcción de la primaria, esperaremos los anuncios oficiales de la CNP que pronto hará y mientras eso sucede, mantenemos firme nuestro voto de confianza para los que integran esa comisión.
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La primaria es el instrumento envolvente, para que la población se inserte en el programa de reconstrucción del país. Y también en la visión prospectiva, la visión de futuro que hay que tener después del cambio político.
Sabemos que la gente está viviendo el día a día, pero tenemos que entender que para salir de esta profunda crisis se requiere del esfuerzo de todos. Y tenemos que contar con un plan de emergencia nacional con una visión integral, con el objetivo de tener los elementos indispensables para llevar adelante un proceso de reconstrucción institucional de carácter inicial. En ello el parlamento nacional tendrá un rol determinante, porque de él se generan los Poderes Públicos, allí se designa y elige, incluidos los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que es el que violando la carta magna y las leyes de la republica le ha dado piso “jurídico” a la dictadura de Maduro. Sin estado de derecho, a ningún lado llegaremos.
La Asamblea Nacional también tiene una competencia básica, como lo es el rol de control de los Poderes Públicos y del Ejecutivo, para concretar esa visión integral de la que les hablo, que está enmarcada en el acuerdo mínimo común de gobernabilidad, que permitirá a todos los que participen en la primaria ser además actores medulares en el proceso de reconstrucción nacional. Como he dicho antes en esta misma página digital, la primaria va más allá de la elección del candidato que encarará a Maduro en la elección presidencial de 2024. En la primaria no habrá perdedores, todos serán ganadores y tendrán el privilegio histórico de anotar sus nombres como los líderes que lograron iniciar la reconstrucción de Venezuela tras el cataclismo que ha representado el régimen corrupto de Maduro.
La reconstrucción también tocará las puertas del parlamento. No olvidemos que las elecciones de la AN igualmente están en mora. Nuestra nación no tiene un parlamento legítimamente electo.
En esa reconstrucción el Poder Legislativo Nacional debe recuperar la estructura bicameral que tuvo en la etapa democrática del país. Hablamos de la Cámara del Senado, donde estará la visión federal y la Cámara de Diputados, que es la instancia de lo político.
Por otro lado, en lo político tenemos que hablar de la etapa de transición que vivirá el país. Para ello tiene que haber un compromiso por parte de los que estarán en el liderazgo de la reconstrucción. En ese compromiso está que el que resulté electo en la primaria y gane la elección de 2024, se comprometa a no reelegirse como presidente, lo cual tendrá soporte legal a través de un cambio puntual de una reforma constitucional. Para que eso tenga vigencia en un futuro, consideramos que es necesario disponer la eliminación de la reelección indefinida y limitarse sólo a una elección a los cargos ejecutivos y legislativos. Asimismo, debe acabar el gigantismo presidencial, no sólo en cuanto al tiempo del mandato, sino en razón a sus competencias. Culminada la etapa de transición, consideramos que el período presidencial debe reducirse a 4 años, con una sola reelección por un lapso igual. Con eso es suficiente, sin duda.
Otro aspecto crucial será el de crear una fuerza ejecutiva en nuestra constitución, para que la descentralización no sea burlada más por cualquier ente del Poder Público. Es determinante volver a la descentralización para que los órganos regionales de dirección política recuperen sus competencias y trabajen en pro de sus ciudadanos.
Y no menos importantes son realizar una profunda reforma del sistema de Justicia en la constitución con un Tribunal Constitucional, así como se impone que el Poder Ejecutivo sea revisado para que sea eficiente y en lo que respecta a la política social debe estar centrada en la familia.
El acuerdo de gobernabilidad no es sólo una función de las organizaciones políticas, que si bien es cierto son el vehículo, también debe integrar esa ancha base de líderes sociales que existen en Venezuela. El gobierno de unidad nacional que debe surgir no es sólo de los partidos, sino también de las organizaciones sociales y el compromiso de los candidatos debe estar cifrado, por lo tanto, a que se gobierne con los mejores.
Dr. Rafael Veloz García, diputado a la Asamblea Nacional y al Parlasur electo en 2015; expresidente de la Federación Interamericana de Abogados (FIA); miembro de la dirección nacional de Voluntad Popular, VP.