El alto comisionado adjunto para operaciones de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), Raouf Mazou, pidió que se aumente el apoyo y la atención internacional para los sudaneses desplazados que han buscado refugio en países vecinos por el conflicto que sacude a Sudán.
Mazou hizo esa petición en un comunicado remitido a EFE a última hora del lunes desde Yamena, capital de Chad, país donde cerró ayer una visita de cuatro días para ver de cerca la crisis de los refugiados sudaneses alojados en campamentos chadianos.
Desde el estallido de la violencia entre el Ejército sudanés y los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), más de 250.000 personas han cruzado las fronteras hacia los países vecinos.
Mazou visitó un campo de refugiados en Borota, a sólo unos kilómetros de la frontera con Sudán, a donde llegaron 25.000 sudaneses hace una semana cuando se intensificaron los combates en la región sudanesa de Darfur Oeste.
“Casi el 90 % de los recién llegados son mujeres y niños. Muchos se han refugiado bajo los árboles en refugios improvisados ??con servicios muy limitados y recursos mínimos“, subrayó el responsable de operaciones de Acnur.
Mazou agradeció al Gobierno de Chad su generosidad por acoger a casi 700.000 refugiados, incluidos entre 60.000 y 90.000 sudaneses recién llegados.
Sin embargo, agregó, “Chad no puede hacerlo solo. Instamos a la comunidad internacional a compartir la carga con los países vecinos de Sudán y brindar apoyo urgente para dar asistencia vital a quienes se ven obligados a huir de sus hogares“.
Una nueva tregua de siete días, mediada por Arabia Saudí y Estados Unidos, entró en vigor este lunes entre el Ejército de Sudán y las FAR.
El conflicto ha causado desde su inicio la muerte de más de 700 civiles y heridas a más de 5.000, además del desplazamiento interno y externo de más de 1,1 millones de personas, en su gran mayoría mujeres y niños, según Naciones Unidas. EFE