Tina Turner pasó un matrimonio de abusos y supervivencia junto a Ike Turner, pero tras ello vivió un renacimiento amoroso de la mano del que sería su segundo esposo Erwin Bach, con quien empezó un romance en la década de los 80. Se dice que Bach trató a la reina del Rock and Roll como a una princesa desde que la conoció hasta su triste final este miércoles, y es que incluso llegó a donarle un riñón para salvarle la vida.
Por Clarin
Turner y Bach fueron novios durante 27 años y luego estuvieron casados una década más hasta el triste desenlace. A Bach le encargaron que fuera a dar la bienvenida a la artista y ese día les marcó para el resto de sus vidas. La cantante tuvo un flechazo con este ejecutivo del sello discográfico europeo EMI el día que lo conoció en 1985, así lo contó en su documental: “El día que conocí a Erwin por primera vez, en un aeropuerto de Alemania, debería haber estado demasiado cansada por mi vuelo, demasiado preocupada con los pensamientos de mi gira de conciertos, ‘pero lo noté e instantáneamente sentí una conexión emocional”.
La pareja fue bastante discreta sobre su relación, pero en más de una ocasión contaron anécdotas y situaciones que demuestran lo unidos que estuvieron todos estos años. Cuando Turner y Bach se conocieron, él tenía 30 años y Turner tenía 47. Después de casi tres décadas juntos, la boda fue una sorpresa. En 2000, Turner y Bach restaron importancia a las conversaciones sobre bodas y parecían contentos con su relajado estilo de vida europeo, porque Turner renunció a vivir en Estados Unidos para estar junto a su amor en Suiza.
Le donó un riñón en 2017
Después de 27 años juntos, la pareja se casó en una ceremonia civil en Suiza, cuando Turner tenía 73 años. Oprah Winfrey, Giorgio Armani y David Bowie estaban entre los escasos 120 invitados a la fiesta que celebraron días después en la que se realizó un ritual budista tradicional de bendición del agua, un guiño a la fe que Turner había estado practicando desde los años 70.
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