El príncipe Hussein, heredero de Jordania,se casó con la descendiente de una prominente familia saudí, la arquitecta Rajwa Alseif, de 29. Además del romanticismo de ser la boda real de los futuros reyes del país, también significa una gran ventaja para las naciones que representan los novios.
El secreto mejor guardado de la boda real de Jordania, era el vestido de novia de Rajwa, el cual se develó en el momento en el que la futura reina de Jordania llegó al Palacio Al Husseiniya y bajó del Rolls-Royce Phantom V de 1968. Con esta elección honró la memoria de la difunta bisabuela del príncipe heredero porque fue hecho a la medida para ella.
Lo primero a saber es que la novia le rindió un homenaje con este vestido a su querida suegra, Rania, ya que la confección estuvo inspirada en un diseño vintage del vestido que llevó la reina de Jordania, el de ella era en acabado dorado, pero fue reconfigurado como atuendo nupcial de color blanco impoluto.
Además del amor que se tiene la royal couple, se cumple, como en la edad media, que el matrimonio traiga estabilidad al reino y aliados poderosos en ambos lados, lo que se traducirá (la esperanza hachemí) en que una vez más entren miles de millones de dólares a Jordania, como sucedía en el pasado, procedentes de Arabia Saudita.