En medio de la crisis económica y social que asola a Venezuela, Cilia Flores ha dejado claro cuál es su verdadera prioridad: los bolsitos de mano de diseñador. Con un desparpajo digno de admirar, Flores ha logrado gastar la impresionante suma de más de 9.000 dólares en solo una semana, en solo dos bolsos que podrían alimentar a una familia venezolana durante meses.
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El derroche extravagante comenzó durante su visita a Brasil, donde Flores se paseó con un deslumbrante bolso Monreale de la reconocida marca italiana Dolce & Gabbana, valorado en 3.595 dólares. Parece que la falta de productos básicos en su país no fue impedimento para que ella luciera con orgullo su última adquisición, como si estuviera desfilando en una pasarela de moda.
Pero eso no fue todo. Durante su viaje a Turquía, Flores decidió darle un toque internacional a su estilo y se pavoneó con un deslumbrante bolso Chanel, que fácilmente podría costar los ahorros de una familia venezolana desesperada por sobrevivir. Con un precio exorbitante de 5.500 dólares, este accesorio se convirtió en el símbolo del desprecio de la élite chavista hacia el sufrimiento de su pueblo.
Mientras millones de venezolanos luchan por conseguir alimentos básicos, medicinas y hasta un par de zapatos sin agujeros, la pareja presidencial derrocha una fortuna en artículos superfluos que nada tienen que ver con las urgentes necesidades que padecen los venezolanos. Al parecer, para Cilia Flores y Nicolás Maduro el glamour, la moda y las marcas de lujo son más importantes que el bienestar y el futuro de su propia nación. Su insensibilidad e irresponsabilidad no conocen límites. Venezuela merece algo mejor.