Por qué una vida sexual activa podría ser clave ante el estrés

Por qué una vida sexual activa podría ser clave ante el estrés

Algunas investigaciones señalaron que la mañana es el mejor horario para estos encuentros íntimos / Getty

 

 

Según distintas investigaciones científicas, se libera “hormonas de la felicidad”, como son las endorfinas, la oxitocina, la serotonina y la dopamina. Qué otros beneficios brinda esta práctica para la salud y el bienestar, según los expertos.

Por infobae.com

El estrés suele señalarse como el punto de inicio de algunas enfermedades y males de la vida moderna. El ritmo de vida acelerado, sumado a situaciones cotidianas que activan mecanismos en el cerebro que ponen en alerta al individuo promueven la segregación de la denominada “hormona del estrés”, el cortisol. Contrariamente, aseguran los expertos, una sexualidad activa y sana produce en el cuerpo una mayor cantidad de “hormonas de la felicidad”, facilitando la relajación del individuo y una mejora significativa en su calidad de vida.

Numerosos estudios dan cuenta de que “la actividad sexual puede tener efectos positivos y saludables en el bienestar psicológico al reducir los síntomas de estrés, ansiedad y depresión”. Un trabajo publicado en el Journal of Sexual Medicine encontró que el sexo tenía un efecto protector contra la ansiedad y los trastornos del estado de ánimo.

Otra investigación dada a conocer en la revista Psychosomatic Medicine argumentó que “los comportamientos íntimos, como tomarse de la mano, abrazarse y besarse, también pueden reducir los niveles de cortisol”.

Un tema no menor es el aumento de endorfinas que deviene tras el acto sexual, que también puede mejorar la autoestima y ayudar a las personas a sentirse más seguras en su vida cotidiana, según reveló un gran estudio de 2019. Tal como vieron los investigadores, “los adultos mayores que eran sexualmente activos informaron tener un mayor disfrute de la vida y un mejor bienestar general”.

“La vida sin sexo tiene sus consecuencias fisiológicas y anímicas”, explicó Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo. En ese sentido, señaló que los neurotransmisores que más influyen en una situación erótica son la dopamina, la noradrenalina y la serotonina. “Por los primeros, aumenta el deseo y se predispone al cuerpo a tener más energía y buen tono muscular; mientras que la serotonina mejora el ánimo y permite que nos concentremos mejor en la conexión”, agregó.

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