El Colegio de Enfermeras de Paraguaná se pronunció este lunes 12 de junio, para desmentir un vídeo que fue grabado por el familiar de una paciente recluida en el Hospital Doctor Rafael Calles Sierra de Punto Fijo, principal centro de salud en Paraguaná, donde aseguraban que tenían horas esperando por el suministro de un medicamento.
Corresponsalía lapatilla.com
Norka Otero, representante del Colegio de Enfermería, expresó que es preocupante el déficit de profesionales en la Península de Paraguaná, y con las acusaciones que hacen contra el gremio grabando videos, menos quieren acudir a trabajar, porque se pone en riesgo su integridad y libertad, muchas veces por situaciones que no son verdad, como en este caso.
Explicó que la paciente estaba recluida en el hospital por una preeclampsia y el familiar denunciaba que estaba grave de salud y había esperado horas por el tratamiento, situación que desmintió porque al revisar la historia tenía una tensión estable y se le habían puesto los medicamentos, solo que cuando la enfermera pasó en la mañana por su cama, la paciente estaba amamantando a su bebé en retén, y por eso antes de terminar la guardia, le completarían el tratamiento.
Recordó que los hospitales tienen un gran déficit de enfermeras y el principal de Paraguaná no escapa de esta realidad. De 500 enfermeras que deberían trabajar para atender todos los servicios, laboran unas 200 enfermeras para todos los turnos. En el área de emergencia, donde se necesitan al menos 50, apenas llegan a 12 enfermeras para las 24 horas del día, que se traduce a tres profesionales por guardia.
Ante esta contingencia, las enfermeras priorizan los casos y son atendidos según las escalas internacionales que se establecen en el sistema de salud. Esto incluye a los pacientes hospitalizados.
“La enfermera puede que no pase a las 7:00 am cuando inicia su guardia, pero está consciente de que antes de terminarla, debe haber cumplido con todos los tratamientos, darle la salida a los que estén de alta y también agregar a los nuevos ingresos. Es un arduo trabajo, pero tenemos que ser conscientes de que las que aún acuden a trabajar, lo hacen por vocación porque tiene un salario de 130 bolívares y 260 bolívares que no les alcanza ni para el pasaje del mes”, dijo.
Expresó que no tiene un número exacto de la migración de enfermeras, pero sabe que en los centros de salud públicos hay un gran déficit, aunque muchas se mantienen en sus puestos prestando el servicio, porque se ayudan con trabajos extras, emprendimientos, ayudas de sus hijos en el extranjero o trabajos privados.
Otero estuvo acompañada de Johana Carrasco, jefe de enfermería del Hospital Doctor Rafael Calles Sierra, quien extendió un llamado a la ciudadanía a dejar trabajar a los pocos que quedan prestando servicios y evitar abrir una investigación contra personas inocentes que están tratando de atender la crisis humanitaria que existe en Venezuela pese a los bajos salarios.