El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi, que falleció este lunes a los 86 años, tuvo a lo largo de su vida numerosos enredos con la justicia, que ahora forman parte de su leyenda.
Una sola condena definitiva
Casi todos los juicios en su contra terminaron con absoluciones o prescripciones. Berlusconi siempre clamó su inocencia y decía ser víctima de hostigamiento por parte de magistrados de izquierda, con fines políticos.
La única condena definitiva en su contra fue pronunciada el 1 de agosto de 2013, cuando el Tribunal Supremo confirmó su condena de cuatro años de cárcel y seis de inelegibilidad política por un caso de fraude fiscal vinculado a su imperio mediático Mediaset.
Pero su sentencia fue rebajada tres años por una amnistía y el resto de su pena fue conmutada a trabajo comunitario que realizó en Milán en una residencia para ancianos. Perdió su mandato de senador en noviembre de 2013 y lo recuperó en 2022.
En 2015 un tribunal lo condenó por pagar un soborno de 3 millones de euros a un senador para que abandonara la frágil coalición de centro-izquierda que dirigió Italia de 2006 a 2008, lo que contribuyó a la caída del gobierno. La sentencia aún estaba en proceso de apelación cuando prescribió.
Veladas “bunga bunga”
En marzo de 2015, el máximo tribunal de Italia confirmó su absolución en un caso de abuso de autoridad y de prostitución de una menor de edad.
La corte aceptó los argumentos de la defensa, según la cual Berlusconi no conocía la edad de la marroquí Karima El-Mahgroub, apodada “Ruby la roba corazones”, que era menor en el momento de los hechos.
El tribunal también dictaminó que no había pruebas suficientes para condenar a Berlusconi por haber presionado a la prefectura de Milán para que liberara a la joven, presentada falsamente como sobrina del entonces presidente egipcio, Hosni Mubarak, tras un robo.
En febrero de 2023, tras seis años de audiencias, un tribunal de Milán absolvió a Berlusconi, que había sido acusado de sobornar a varias jóvenes para que mintieran sobre sus veladas “bunga-bunga”, presentadas por algunos como orgías pero que Berlusconi siempre describió como elegantes cenas.
Según la fiscalía, el silencio de esas mujeres le costó a “Il Cavaliere” millones de euros entre 2011 y 2015, gran parte de los cuales fueron a parar en los bolsillos de Ruby, que era menor de edad cuando participó en las famosas fiestas. Además de dinero en efectivo, habrían recibido regalos, autos, o el pago de facturas y gastos médicos.
La defensa de Berlusconi argumentó que el dinero era una compensación por el daño a la reputación de los implicados en el caso y afirmó que el ex primer ministro estaba siendo juzgado “por el delito de generosidad”.
“Por fin absuelto después de más de 11 años de sufrimiento, infamia e incalculable daño político, porque tuve la suerte de ser juzgado por magistrados que se mantuvieron independientes, imparciales y correctos frente a las infundadas acusaciones vertidas contra mí”, reaccionó Berlusconi tras su absolución.
¿Vínculos con la mafia?
Desde hace mucho tiempo se sospecha que Berlusconi tenía vínculos con la mafia. Fue investigado al respecto pero nunca fue llevado a juicio.
Su amigo y socio Marcello Dell’Utri, cofundador de su partido Forza Italia, fue condenado a prisión en los años 2010 por actuar como intermediario entre Berlusconi y Cosa Nostra, la mafia siciliana, en los años 70.
Según el Tribunal Supremo, Dell’Utri se encargó de que Berlusconi contratara a un miembro de Cosa Nostra para gestionar los establos de su suntuosa villa de Arcore, cerca de Milán.
Según la corte, el multimillonario pagó “grandes sumas de dinero” a la mafia durante dos décadas para beneficiarse de su protección. AFP