Existen muchos tipos de padres: el que engendra, el que cría y quizás, uno de los más comunes, el ausente, quien por algún motivo no figura en la crianza de sus hijos. Las estadísticas muestran que en América Latina, la ausencia del padre es una característica en la configuración de las familias. En Venezuela más de la mitad de los hogares en el país están bajo la jefatura de las madres, de acuerdo con la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi) de la UCAB.
Por Zulvyn Díaz / talcualdigital.com
Sin embargo, los datos también señalan que 46% de hombres venezolanos se identifican como padres de hogar enfocados en la atención de sus hijos e hijas. El cambio en este rol se ha ido relacionando con la edad, por lo que se observa que las generaciones de padres más jóvenes están participando de forma más activa: asumir la crianza en solitario, llevarlos y atender la responsabilidad de la escuela, cumplir con las labores de cuidado que les corresponde.
A propósito del Día del Padre en Venezuela, la historia de varios hombres resaltan a quienes cumplen con su labor como un pilar fundamental en la vida de sus hijos e hijas.
Padres que consiguen el rumbo
Para Francisco Zambrano los hombres están tan capacitados para criar a sus hijos como las madres. “Fui padre a los 35 años. En ese momento yo creía que sabía lo que tenía que hacer y colaboraba con lo que podía”, comenta el padre de una adolescente que perdió a su madre, debido a una enfermedad, cuando apenas la niña tenía 11 años de edad.
Señala que todas las etapas de la paternidad son desafiantes y no hay ninguna que sea fácil. Describe que los primeros meses de paternidad junto a su esposa fueron bastante agotadores, debido al cuidado que requieren los bebés. “Las cosas que te pueden decir los amigos o lo que podíamos leer no es igual, los hijos no vienen con un manual”, afirma.
Explica que la pérdida de su esposa influyó para todos en el núcleo familiar, pero de forma especial, en su hija, pues ella se quedó sin su mamá cuando apenas estaba en primaria. «No fue fácil, no es fácil y sigue sin ser fácil. Esa ausencia siempre estará ahí y nos hará falta. No hay forma de llenar ese vacío y se debe aprender a vivir sin ese pilar tan fundamental, pero buscando el amor y el cariño en otros espacios como en sus tías y demás familiares”.
Como consejo a los padres que estén pasando por circunstancias similares, Francisco destaca que “no tengan pena ni miedo a pedir ayuda a familiares y amigos o profesionales expertos en duelo porque es algo duro, complicado, es obvio que vas a caer en una profunda tristeza, pero se debe combatir todos los días, no dejarse caer en la depresión y quedarse ahí”.
Asimismo, a los hijos que hayan perdido a su madre recomienda recordarla siempre y confiar que su presencia siempre estará allí, en especialmente en fechas significativas como en 15 años, graduaciones, entre otros.
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