El entrenador del Roma, el portugués José Mourinho, permanecerá inhabilitado los diez primeros días del próximo campeonato italiano y deberá pagar una multa de 50.000 euros, decidió este miércoles el Tribunal Nacional Federal de la Federación Italiana de fútbol (FIGC).
La sanción se refiere a las declaraciones que el entrenador realizó contra el árbitro Daniele Chiffi al término del partido del pasado 3 de mayo entre el Monza y el Roma (1-1), de quien dijo que es “técnicamente horrible” y que era “el peor árbitro” que había conocido en su carrera.
En esas declaraciones, Mourinho también afirmó que su equipo no tenía la “fuerza de otros clubes” para rechazar a árbitros, unas palabras que generaron malestar en la federación italiana.
La primera jornada de la próxima Serie A italiana está prevista para el 20 de agosto y la segunda se jugará el 27, por lo que, dependiendo del calendario de encuentros, la inhabilitación podría afectar a uno o dos partidos.
Hace solo una semana la Comisión de Control, Ética y Disciplina de la UEFA impuso una sanción de cuatro partidos al entrenador portugués por su comportamiento en la final de la Liga Europa jugada en Budapest el pasado 31 de mayo ante el Sevilla, que se hizo con el título en los penaltis (1-1/4-1).
Mourinho se mostró muy crítico con el arbitraje del inglés Anthony Taylor en la conferencia de prensa posterior a la final, en la que aseguró que su equipo ya estaba “acostumbrado a la influencia de los árbitros” en sus partidos.
Luego, en el aparcamiento y en dirección al árbitro inglés, gritó: “Es una puta vergüenza” y “eres una jodida desgracia”.
La UEFA abrió el pasado 2 de junio un procedimiento disciplinario y lo ha cerrado además de la sanción con una multa de 50.000 euros por conducta impropia del equipo y otra en la misma cuantía por encendido de bengalas, lanzamiento de objetos e incidentes de público y daños en el estadio.
El equipo romano no podrá vender entradas a sus aficionados para el próximo partido que juegue a domicilio en competición europea y tendrá que contactar también con la Federación de Fútbol de Hungría para hacerse cargo de la reparación de los daños causados por sus seguidores en asientos, cristales, papeleras, contenedores y enchufes.
El Sevilla, que también fue objeto de expediente, por invasión del terreno de juego, lanzamiento de objetos, encendido de bengalas y conducta impropia del equipo, no recibió ninguna sanción.
EFE