El “swatting” es una práctica que consiste en llamadas fraudulentas al 911 para reportar supuestas amenazas criminales de alto nivel o situaciones violentas como advertencias de explosivos, asesinatos o incluso secuestros con rehenes.
Por El Diario NY
La finalidad del “swatting” es, en última instancia, engañar a las autoridades para que lleven a cabo operativos policiales en viviendas o establecimientos de individuos que, en realidad, no está cometiendo ningún crimen.
Así lo definió el experto de seguridad Lauren R. Shapiro (profesor asociado del Colegio de Justicia Criminal John Jay), quien definió el “swatting” en una entrevista ofrecida a NBC News.
Y, actualmente, la práctica del “swatting” se ha vuelto una prioridad para la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés). Ahora, esta institución empezará a tomar medidas formales para abordar el “swatting” a nivel nacional.
Según un reporte de la Liga Anti-Difamación en 2019, reseñado por NBC News, cada año se han reportado aproximadamente 1,000 incidentes de “swatting” en Estados Unidos, y cada incidente le ha costado a las comunidades alrededor de $10,000 dólares, dentro de los que se incluyen gastos de investigación, reparación de la propiedad e incluso atención psicológica.
No obstante, no hay datos oficiales de las instituciones federales acerca la magnitud de incidentes de “swatting” en el país.
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