La Zona Industrial Los Montones de Barcelona, capital del estado Anzoátegui, fue uno de esos espacios diseñados hace décadas para fortalecer la economía regional y nacional, pero que hoy luce totalmente abandonado y desolado, tanto así que genera hasta miedo circular por el lugar a cualquier hora del día.
Por Javier A. Guaipo/ Corresponsalía La Patilla
Algunos registros indican que fue construida a finales de los 60, con capacidad para albergar a unas 500 empresas. En su pico más alto de productividad alcanzó alrededor de 300 compañías operando, lo que a su vez generaba un aproximado de 8.000 empleos.
Sin embargo, desde hace más de 10 años comenzó a verse cada vez con más frecuencia, la paralización de muchas de estas empresas, originada principalmente por un conglomerado de problemas en el ámbito económico, político, de seguridad y servicios públicos (que siguen vigentes), los cuales incidieron negativamente en el funcionamiento de las mismas.
Aunque la gobernación del estado Anzoátegui y la alcaldía del municipio Simón Bolívar (incluyendo las gestiones actuales y anteriores) han realizado diferentes encuentros con empresarios para el rescate de la zona, todavía no se observa nada distinto a la soledad, la maleza y el pésimo estado de la vialidad que caracteriza a este lugar y sus alrededores.
Delincuencia
El alumbrado público es una de las principales carencias que mencionaron quienes frecuentan el área. Trabajadores aseguraron que apenas cae la noche “esto es peor que una boca de lobos”, lo que da pie a que la delincuencia tenga el escenario ideal para “hacer de las suyas”.
“Hace unos días unos individuos se metieron a robar en lo que era el Edificio Tamayo, que pertenecía a una distribuidora de licores. Actuaron sin mayor oposición, porque esa propiedad está abandonada y además la seguridad por aquí es deficiente”, comentó Edecio Rangel, quien trabaja como vigilante en uno de los galpones ubicados en plena avenida Raúl Leoni, principal vía de acceso a la Zona Industrial.
El empleado agregó que se mantiene en su lugar de trabajo por la necesidad de tener ingresos, pero está consciente del peligro que representa laborar en estas condiciones de inseguridad, tomando en cuenta que muchos de los malhechores que azotan este parque industrial residen en sectores cercanos.
Otros trabajadores, que prefirieron mantenerse en el anonimato, agregaron que en la época de la cuarentena radical por el Covid-19, el lugar estuvo en un punto crítico, pues muchos de los galpones fueron desvalijados por los “chatarreros”, quienes sustraían todo tipo de objetos de hierro para luego venderlo como material obsoleto, mientras las autoridades correspondientes se “hacían de la vista gorda”.
De hecho, según personal de la Empresa Nacional de Tubos (Enatub), una de las plantas pertenecientes a esta compañía fue condenada a la quiebra por altos funcionarios, quienes dieron la orden de sacar como chatarra alrededor de 7.000 tubos, supuestamente para ser llevados al Puerto de Guanta.
“Nosotros nunca llegamos a fabricar tubos para que sean chatarra. Eso era material para la industria petrolera del país y fue sacado de planta ilegalmente, violando nuestros procedimientos internos. Nosotros tenemos la evidencia de esto y también nos percatamos de que fueron llevados a Guanta, que era a donde iban todas las gandolas con chatarra en ese entonces”, dijo uno de los empleados, quien considera que este tipo de actos propiciaron que fueran replicados por la población.
También describió como dramático el cambio que ha tenido la Zona, comparado a hace 14 años cuando comenzó a frecuentarla por trabajo. Acotó que Enatub, Gas Anzoátegui o Alimentos Polar son de las pocas empresas que se mantienen activas. “Da tristeza ver lo abandonada que está, y es peor cuando pensamos en la cantidad de personas que pudiesen tener un empleo digno si esto funcionara como debería”.
Necesidad
Wael Raad, presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, señaló que es una necesidad imperante la restauración de los servicios públicos y la vialidad como primer paso para una recuperación de la Zona Industrial Los Montones, que en su momento fue referencia en Venezuela.
“A finales de 2022 hicimos un pequeño sondeo, en el que nos encontramos con al menos 25 galpones que siguen activos, en su mayoría como depósito de materiales. Notamos que en algunos casos hay empresarios con voluntad de trabajar en pro de recuperar la productividad, aunque en otros solo vimos desmotivación”.
Según el vocero, existen propietarios que simplemente desearían mudar su empresa de domicilio también por tema de impuestos, pero están de manos atadas, porque tienen maquinaria y materiales que ocupan grandes espacios.
“Nosotros desde la cámara promovimos encuentros con la alcaldía de Barcelona en el último trimestre del año pasado, con el objetivo de que se plantearan todas las inquietudes de parte y parte. Sin embargo, armar un plan efectivo lleva tiempo y por ahora no hemos podido definir cuáles son los pasos a seguir, pero tenemos la certeza de que en el sector público y privado hay voluntad de trabajar”.
Vale acotar que de esos 25 galpones activos mencionados por Raad, en varios solo hay personal de vigilancia resguardando pertenencias. Un ejemplo es el almacén donde labora Edecio Rangel, donde trabajan con material de panadería, pero que no tiene movimiento desde noviembre de 2022.
Largo camino
José de los Ríos, presidente de la Cámara de Comercio e Industriales del municipio Urbaneja y miembro del directorio de Fedecámaras en Anzoátegui, reconoció que la productividad de la entidad a nivel industrial es mala, aunque ve positivo el hecho que desde la gobernación se están coordinando reuniones, tal como el encuentro de exportadores e importadores realizado a mediados de mayo de este año.
“Los resultados no se verán mañana ni pasado, pero al menos ya nos pudimos sentar con el sector público y eso da cierta esperanza. Estamos trabajando hombro con hombro, y es importante que ellos muestren voluntad de ayudar porque el sector privado lo necesita para funcionar y sacar provecho de lo que tenemos”.
Desde la alcaldía del municipio capitalino también dijeron hace un par de meses que estaban llevando a cabo mesas técnicas de trabajo con empresarios de la Zona Industrial para la recuperación de espacios. Y aunque se intentó conocer el avance obtenido con esas reuniones, no hubo respuesta por parte del ayuntamiento.
Lo cierto del caso es que hasta ahora el lugar luce igual de desolado y abandonado desde hace varios años. Vialidad en pésimas condiciones, falta de alumbrado, aguas negras estancadas en las vías de acceso, maleza y basura regada por doquier son algunas de sus características, sumado a alguno que otro ruido de maquinaria en las pocas empresas que quedan activas.
Habrá que esperar a ver si finalmente se pone en marcha un plan que cubra absolutamente todas las necesidades y que con el pasar de los años permita el levantamiento de gigantes que alguna vez funcionaron en la Zona Industrial Los Montones, tal como MMC Automotriz, que se encargaba de ensamblar vehículos de las marcas Hyundai y Mitsubishi, y que además era una gran fuente de empleo.