El asesinato del ex primer ministro japonés Shinzo Abe hace un año expuso los vínculos entre la política nacional y la Iglesia de la Unificación, también conocida como “secta Moon”.
Este culto religioso ha tenido una amplia red de influencias políticas en Japón y se estima que el 80% de sus benefactores políticos eran del gobernante Partido Liberal Democrático (PLD).
El incidente generó la furia del público y llevó a una “limpieza” del Ejecutivo y del partido gobernante para eliminar a políticos con vínculos con el credo. El detenido por el asesinato acusó al grupo de captar a su madre y llevar a su familia a la bancarrota a través de donaciones.
El estatus legal del grupo está siendo investigado y podría ser disuelto dependiendo de los resultados de la investigación. El caso ha revelado numerosas víctimas del credo, incluyendo hijos de miembros que han sido robados y extorsionados.
El gobierno aprobó una ley de ayudas para estas víctimas, pero aún no se ha ejercido debido a su laxitud. El aniversario de la muerte de Abe y los rumores de un adelanto electoral nacional han vuelto a centrar la atención en la situación actual del caso y la influencia del grupo en los desarrollos políticos.
Con información de EFE