El Gobierno colombiano y el Estado Mayor Central (EMC), una de las disidencias de las antiguas FARC, han llegado a un acuerdo para establecer una mesa de negociaciones de paz. Ambas partes discutirán y aprobarán un cese al fuego bilateral y temporal a nivel nacional. El anuncio se produce después de que el Gobierno suspendiera parcialmente el cese al fuego con el EMC como respuesta al asesinato de cuatro indígenas menores de edad reclutados forzosamente por el grupo.
El nuevo plan de trabajo incluye la metodología y la agenda de paz, así como la creación de un mecanismo para construir confianza y resolver tensiones entre las partes. En las conversaciones participarán funcionarios de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, representantes de la comunidad internacional, de la Iglesia Católica y del Consejo Mundial de Iglesias.
Durante la fase preliminar, se discutirán ajustes al protocolo de cese al fuego, la protección de la población civil y la implementación de mecanismos de veeduría, monitoreo y verificación. También se definirá la participación de la sociedad civil en las negociaciones.
Ambas partes reiteran su intención de avanzar hacia la construcción de un Acuerdo de Paz que ponga fin a la confrontación armada y promueva una paz integral, estable y duradera, con justicia social y ambiental. En los próximos días, el Gobierno y el EMC anunciarán los nombres de sus equipos negociadores.
El cese al fuego, que había sido suspendido parcialmente, abarca a cinco grupos armados, incluyendo al EMC, el ELN, las disidencias de las FARC (Segunda Marquetalia), las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) y los Paramilitares de Sierra Nevada.
Con información de EFE