La muerte de una niña migrante en el mes de mayo, que estuvo bajo la custodia bajo la custodia de las autoridades migratorias de Estados Unidos se pudo evitar, siendo el resultado de “una serie de fallas”, indicó un informe del monitor designado, que supervisa la implementación de un acuerdo legal sobre el cuidado de niños migrantes en el país.
Por El Diario NY
El informe del monitor, Paul H. Wise, designado por una corte federal, afirma que hubo una “serie de fallas” de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y de sus contratistas en la muerte de Anadith Danay Reyes Álvarez, de 8 años y quien sufría de una anemia y un padecimiento cardíaco.
La menor que se encontraba con sus padres y hermanos en la instalación de Harlingen, El Paso, Texas, de CBP, con el objetivo de retener a migrantes con enfermedades, donde las enfermeras se negaron en varias ocasiones a enviarla a un hospital pese a presentar más de 40 °C de fiebre.
“Según la información actualmente disponible, la muerte fue una tragedia prevenible”, dijo Wise en el informe a la corte federal de Los Ángeles, que supervisa el Acuerdo Flores, que desde 1997 obliga al Gobierno de Estados Unidos a garantizar la seguridad de los menores migrantes y prohíbe mantenerlos en detención por más de 20 días.
Reyes Álvarez había entrado al país junto con su familia el 9 de mayo y fue trasladada a un centro de detención de Donna, Texas, de donde fue transferida a Harlingen por sus problemas médicos.
El día de la muerte de la menor, la madre la llevó al menos tres veces al servicio médico porque estaba vomitando y tenía dolor de estómago. No fue hasta que la niña convulsionó que se aprobó su traslado a un hospital, donde llegó sin vida, decía el informe.
“La causa inmediata fue la mala toma de decisiones clínicas por parte de los proveedores de salud responsables de su atención en Harlingen el día de la muerte (de la menor)”, escribió Wise.
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