Omnipresentes desde hace una década en nuestra vida cotidiana, para muchas personas es difícil imaginar un solo día sin utilizar las apps de nuestro teléfono. Son la manera en la que nos comunicamos, nos movemos por la ciudad y hasta pagamos los impuestos. Ágiles y eficientes, confiamos en ellas en nuestra vida cotidiana. Pero cuando una iglesia decidió implementar una aplicación para controlar a sus fieles, desató un verdadero infierno.
Por Clarín
La idea la tuvo una congregación evangélica bautista del sur de los Estados Unidos llamada Gracepoint. El razonamiento era claro: si el teléfono celular se convirtió en nuestra compañía constante, ¿no sería el socio ideal para controlar si los creyentes estaban cumpliendo las órdenes de Dios?
?Un integrante de la congregación fue retado porque buscó en Instagram el hashtag #Gay.
Así, los pastores pidieron a los miembros de Gracepoint que se instalen una app llamada Covenant Eyes, que se comercializa explícitamente como “anti-pornográfica” y que limita el uso que las personas hacen de la web. Lo que no se informaba era que, además, creaba informes muy detallados sobre la actividad digital de sus usuarios y los enviaba a la congregación.
Al poco tiempo de utilizar la app, algunos miembros de la iglesia comenzaron a recibir reprimendas de los religiosos por sitios puntuales que visitaron o apps que se descargaban. Un hombre, incluso, fue retado por la búsqueda en Instagram del hashtag “#Gay”.
De acuerdo con una investigación de la revista Wired, tanto Covenant Eyes como otra app similar recomendada por religiosos, Accountable2You, espían el tráfico web de sus usuarios, toman una captura de pantalla por minuto sin avisar y envían toda esta información a un “socio responsable” que, en este caso, es la congregación Gracepoint.
Para seguir leyendo, clic AQUÍ.