El médico tachirense Carlos Cárdenas ha emprendido una campaña de educación en escuelas del estado Táchira para alertar sobre los peligros que representan los cigarrillos electrónicos y los vapers para la salud. Estos dispositivos, que se comercializan con una imagen atractiva de colores y sabores variados, contienen sustancias dañinas que muchos ignoran.
Anggy Polanco // Corresponsal lapatilla.com
Cárdenas, que es médico internista neumonólogo, ha recorrido casi 10 instituciones educativas de la zona fronteriza, donde ha dado charlas a alumnos y docentes sobre los efectos negativos de estos productos.
“Hemos atendido a algunos pacientes muy jóvenes, entre 10 y 11 años, que han sido traídos por sus familiares al notar que están usando este tipo de productos”, comentó Cárdenas, quien en médico de la Policlínica Táchira y el Hospital Central de San Cristóbal.
Explicó que se ha motivado a emprender esta labor, porque ha observado que en algunos colegios de San Cristóbal hay menores de edad con vaper, lo que es alarmante, ya que la función pulmonar (Curva Fletcher y Peto) de estos jóvenes se empieza a deteriorar desde muy temprano.
Muchas veces los padres solo se dan cuenta cuando ven a sus hijos o adolescentes con una tos extraña, pero ignoran lo que está pasando. Y no solo corren riesgo los que consumen estos dispositivos, sino también los que están expuestos al humo.
Según las encuestas que ha realizado el médico en las escuelas, calcula que el consumo activo promedio está entre un 18 % y 20 % en chicos que cursan desde el 1° año hasta el 5° año de bachillerato, algunos influenciados por la moda y los amigos.
El especialista explicó que el uso de cigarrillos electrónicos se llama vapear (vaping, vaporear, vapeo), porque muchas personas piensan que estos generan un vapor que luego se inhala.
Asimismo, recordó que el tabaquismo no es un vicio, sino una enfermedad crónica que causa adicción y síndrome de abstinencia, y que afecta no solo al pulmón sino a todo el cuerpo. Por eso, el hábito del vapeo no es sano, porque a diferencia de lo que creen algunos padres y representantes, estos productos sí hacen mucho daño.
Prohibida su venta a menores
Carlos Cárdenas indicó que en el año 1967 se patentó la idea del primer cigarrillo electrónico sin nicotina, pero hace 19 años apareció el cigarrillo electrónico con nicotina, que supuestamente ayudaría a fumadores empedernidos a dejar el tabaquismo.
Al principio tenía 12 mg por ml de nicotina y ahora hay cigarrillos electrónicos que contienen hasta 38 mg por ml de nicotina, aunque el producto no lo especifique en su presentación.
Esto significa que si una persona fuma 18 ml de cigarrillo electrónico es como si consumiera un paquete de 20 cigarrillos convencionales. Por eso dijo que si un niño empieza a usar estos productos desde joven con regularidad, a los 30 años podría tener una enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Otra patología que podrían padecer las personas es insuficiencia respiratoria aguda por cigarrillos electrónicos, que no depende de la cantidad consumida, sino de una reacción inflamatoria del pulmón a los componentes, lo que podría llevar a un paciente a cuidados intensivos con ventilación mecánica.
Describió que los cigarrillos electrónicos contienen un estimulante que crea adicción, sustancias que pueden causar cáncer, sustancias tóxicas con metales, cuyos efectos a largo plazo se desconocen y sustancias irritantes que producen una gran nube de humo que irrita la piel, las mucosas y las vías respiratorias.
Desde el 1° de junio de 2023, el Ministerio de la Salud emitió la resolución 362 que regula los Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (SEAN), sin Nicotina (SSSN) y accesorios, (incluido el narguile), que prohíbe su venta a menores de edad y su consumo en lugares cerrados, con sanciones penales.
Sin embargo, el médico Carlos Cárdenas ha observado que en los lugares de venta no se cumplen las normas, y lo más grave es que los vaper y cigarrillos se venden en bodegones, panaderías y grandes cadenas de farmacias de San Cristóbal, sin avisos que adviertan que están prohibidos para niños y adolescentes.