Este fin de semana, Estados Unidos y Japón decidieron desarrollar de forma conjunta un nuevo sistema antimisiles dirigido a interceptar proyectiles hipersónicos ante los avances de China, Rusia y Corea del Norte en este campo. Esto ocurre en medio de las nuevas tensiones que ocurre entre varias potencias en la región asiática y un temor constante de una nueva guerra en el continente.
Por El Diario NY
La iniciativa tiene como objetivo mejorar la preparación conjunta ante amenazas armamentísticas para las que sería difícil responder con la actual red de defensa antimisil, y podrían ser anunciadas durante la visita a Washington del primer ministro nipón, Fumio Kishida, a finales de la próxima semana.
El objetivo de esta medida sería tener operativo en un plazo de una década el nuevo sistema antimisiles hipersónicos capaz de interceptar proyectiles de este tipo como los que ha empleado Rusia en la guerra de Ucrania, los testados por China o los que está desarrollando Corea del Norte.
La semana pasada, China expresó su preocupación y condena ante el viaje a Taiwán del ex primer ministro de Japón, y vicepresidente del Partido Liberal Democrático de Japón, Taro Aso, que tras una reunión con varios líderes de taiwaneses y la presidenta Tsai Ing-wen, y abogó por una postura de disuasión y preparación para la lucha”, a pesar de recalcar que no debería haber guerra en la región.
Esta declaración del dirigente nipón hizo que Pekín lo interpretara como una interferencia en sus asuntos internos y una violación del principio de una sola China. En un comunicado del Ministerio de Exteriores de China, se enfatizó que Taiwán es una parte integral de su territorio y que la cuestión taiwanesa no debería estar sujeta a interferencia externa.
Además, la Cancillería de Pekín advirtió a las autoridades de Taiwán sobre las consecuencias de buscar apoyo externo para la independencia de la isla y señaló que la reunificación pacífica es un objetivo que comparten todos los ciudadanos chinos.
Lea más en El Diario NY