La naturaleza tiene de todo, y ese todo incluye enormes diferencias en la esperanza de vida de sus criaturas.
Por: BBC
Mientras que la Ephemeroptera, ese insecto volador conocido como efímera, vive apenas 24 horas, la Turritopsis dohrnii también hace honor a su nombre: la medusa inmortal.
Diminutas y transparentes, tienen una habilidad de supervivencia extraordinaria: vuelven a su forma juvenil en momentos de estrés, como cuando sufren daños físicos o incluso hambre, y teóricamente pueden vivir para siempre.
Parecen haber hallado esa mítica fuente de la juventud que los humanos, conscientes de que, como dijo el filósofo Montaigne, “la muerte nos tiene agarrados por el pescuezo en todo momento” y finalmente nos estrangula, no hemos dejado de buscar.
De hecho, la historia más antigua que conocemos, “La epopeya de Gilgamesh”, trata sobre ese anhelo.
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