Ben Affleck cumple 51 años: amor con JLo, familia ensamblada y terapia para alejar los fantasmas del alcoholismo

Ben Affleck cumple 51 años: amor con JLo, familia ensamblada y terapia para alejar los fantasmas del alcoholismo

Jennifer López y Ben Affleck se casaron en Las Vegas el año pasado, 18 años después de que fracasara su primer romance (AFP)

 

 

 

Se consagró a mediados de los 90 con el guión que escribió junto a su amigo de la infancia Matt Damon y sostuvo una carrera de éxitos que no lograron opacar la depresión ni las adicciones. Casado con la Diva del Bronx después de veinte años separados, hoy celebran su amor junto a los hijos de él con Jennifer Garner y los de ella con Marc Anthony.

Por infobae.com

Hace apenas unas semanas, JLo contó que fue Ben Affleck, su marido hace poco más de un año, quien organizó la reunión sorpresa por sus 54 en la nueva casa que compraron por US$61 millones en Beverly Hills. “¡Todos los niños estaban allí, fue un día precioso lleno de sol y perfecto para una fiesta en la piscina!”, escribió en su newsletter la Diva del Bronx, que además de con sus amigos más cercanos celebró con los cuatro hijos que suma la familia ensamblada –Violet (17), Seraphina (14) y Samuel (11), del matrimonio de él con la actriz Jennifer Garner, y los mellizos Emme y Max (15), que tuvo ella con Marc Anthony–, que según los reportes de la prensa, se llevan genial.

Como siempre, hubo memes riéndose de la cara de apatía que tiene él en las fotos con la artista, pero a esta altura están acostumbrados: son parte de la ola de sexismo y racismo que la pareja despierta desde su primer noviazgo, en 2002, cuando tenían 30 años, y que ahora aseguran que esa latina fogosa le chupa la energía al pobre galán blanquito. Ben está en un gran momento: en buena relación con su ex con la que incluso se encontró en Italia antes de seguir viaje con los chicos hacia sus vacaciones en Turquía y Dubai, donde se lo vio en los últimos días y hasta posó sonriente con los fanáticos en un shopping.

Parece haber superado el mal humor por el acoso de la prensa que padecieron en su luna de miel europea, tras el casamiento relámpago en Las Vegas. Affleck tiene fama de iracundo y no es en vano. Durante años tuvo estallidos más o menos públicos –uno de los más recordados fue cuando acusó en vivo al conductor Bill Maher de racista e islamófobo mientras promocionaba Gone Girl (2014)– y llegó a admitir sus problemas para controlar esos arranques de furia.

Cuando presentó al Batman de la saga de la Liga de la Justicia (a la que volverá en diciembre con Acquaman 2), dijo sentirse identificado con el personaje: “Para mí la ira está enterrada tan profundamente y tan contenida, que cuando sale son estallidos mucho más fuertes –le dijo al Sunday Times–. Tiendo a ser respetuoso, amable, a llevarme bien, a tolerar, tolerar, tolerar… y después, cuando finalmente emerge, no es algo que pueda controlar. No es que me voy a convertir en un Wolverine guerrero y furioso, pero tengo esa personalidad, la misma falla de carácter”.

Ben Affleck, izquierda, y Matt Damon posan para un retrato para promover la película “Air” el lunes 27 de marzo de 2023, en el Hotel Four Seasons en Los Angeles (Foto AP/Ashley Landis)

Es una falla profunda que lo marcó desde la infancia. Nacido como Benjamin Géza Affleck-Boldt el 15 de agosto de 1972 en Berkeley, California, es hijo de una maestra de primaria formada en Harvard y un aspirante a guionista que “pasaba la mayor parte del tiempo desempleado y borracho”, como él mismo le contó a The Hollywood Reporter hace un par de años. “Tomaba todo el día, todos los días” y fue un alivio para él y su hermano menor, Casey, cuando se separó de la madre.

El padre pasó dos años viviendo en las calles de Cambridge, en las afueras de Boston, la pequeña ciudad en la que la familia se había establecido un tiempo antes y que Ben iba a retratar más tarde junto a su mejor amigo, Matt Damon, en En busca del destino (1997), la película con la que ambos actores se consagraron definitivamente a los 25 años. Se habían conocido cuando el actor de Jason Bourne tenía 8 y Affleck 10. Eran vecinos y se podían ver desde las ventanas de sus cuartos, la madre de Damon era profesora de Desarrollo Infantil y se hizo muy amiga de la de Affleck: “Casi nos forzaron a pasar tiempo juntos”, contaron en 1997 a Interview Magazine.

“Éramos el guerrero y el payaso”, recordó en esa nota Affleck. El guerrero era él, claro. Y todavía lo sigue siendo, igual que sigue junto a Damon cada vez que lo necesita, y viceversa. Ahora que está establecido de un modo en que no lo estaba hacía tiempo, fue quien intervino junto a JLo para salvar la pareja de su amigo con Luciana Barroso, luego de que trascendiera que estaban al borde de la separación. De acuerdo con The Mirror, Affleck les recomendó hacer terapia como “la única cosa que mantiene a flote” su relación con Jennifer.

Los dos tuvieron claro muy pronto que querían ser actores. Para cuando entraron en la secundaria, Ben ya había trabajado en comerciales y en films independientes y pasaban horas en “reuniones de negocios” para planear su desembarco en Hollywood. Una especie de rebelión en un pueblo universitario; las madres, horrorizadas, les insistían a coro: “¿Por qué no quieren ser médicos?”. Era su propia búsqueda del destino.

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