Una biblia. La madre de Gregory Saúl Bermúdez, migrante venezolano, se despidió con besos, abrazos, lágrimas y una biblia protectora, el pasado 26 de febrero.
Por Versión Final
Y la necesitó. De hecho, el joven de 32 años le atribuye buena parte del milagro que significa estar vivo a ella. “Después del accidente la puse en mi pecho y dije: ‘Dios, si es mi momento de morir, te pido perdón por el mal que haya hecho”, recuerda Bermúdez.
Gregory es un sobreviviente de “La Bestia”, el caótico y peligroso sistema de trenes que conecta el sur de México con la franja más cercana a los Estados Unidos. El martes 2 de mayo, cayó al tratar de sujetarse a uno de los últimos vagones con la máquina en movimiento. El transporte le cercenó las piernas.
Bermúdez estaba dentro de los vagones con un grupo de migrantes. “Yo me considero una persona tranquila”, asegura. “no venía inventando como otros compañeros que saltando de tren en tren”, recuerda. Sin embargo, el momento más duro de su vida se registró tras una parada en la que decidió bajarse a buscar comida para unos migrantes que lo acompañaban.
De un momento a otro, y de manera repentina, “La Bestia” arrancó.
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