Al grito de “¿por qué los buscamos? Porque los amamos”, un grupo de mujeres venezolanas cuyos hijos desaparecieron, exigieron este miércoles 30 de agosto, Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, a las autoridades que les den respuesta a sus casos.
Por Gabriela González / wradio.com.co
Son 41 de los cuales, 28 desaparecieron en la frontera colombo venezolana, varios desde hace cuatro años sin dejar rastros.
“Estamos cansadas de no tenerlos”
Ceneida Bastos, una de las madres, relató a La W, desde el centro de Caracas, que no ve a su hijo desde el 17 de julio de 2019 cuando salió a trabajar al terminal de pasajeros en San Cristobal, estado Táchira. Desde ese día no supo más de él.
En ese momento tenía 19 años. Tuvo que esperar que pasaran las 48 horas que por Ley se exige para denunciar su desaparición.
A raíz de un rastreo telefónico, ubicaron que estuvo en Barinas, Apure y luego, trasladado a territorio colombiano donde perdieron la pista.
“Mi hijo no conocía ni Cúcuta”, contó Cenaida recordando que habló por última vez con su hijo, Antony Gabriel, a las 5:30 de la tarde de ese 17 de julio.
Antony le comentó que tenía que comprar pañales para su bebé recién nacido en ese entonces.
Las autoridades venezolanas solo les han dicho que deben tener paciencia porque “son casos delicados”.
Por medio de la Cruz Roja les tomaron muestras a ella y a otras madres para obtener ADN por si deben identificar algún cuerpo.
Ahora están en proceso de comunicación con la Embajada de Colombia en Venezuela para que los atienden.
“Buscamos respuestas. Estamos cansadas de no tenerlos”, dijo Ceneida.
Lisbeth Zurita es otra madre en búsqueda de su hijo. Él desapareció en Cúcuta cuando se disponía a regresar a Venezuela por el Norte de Santander. Y es que en 2019, con 25 años, su hijo había viajado a las minas de Inirida para trabajar pero al no irle bien, decidió regresar a su país, en julio de ese año. El mes coincidiría con la desaparición del hijo de Ceneida.
Y así como ella, Lisbeth también denunció la desaparición de su hijo, Lisael, pero desde entonces no ha tenido respuesta por parte de las autoridades.
“Quiero saber qué pasó”, dijo Lisbeth ca n la voz entrecortada.
Relató que viajó a Colombia, puso la denuncia ante las autoridades y también lo busco “por la calles”.
Desde 2019 había ido a inirida para su sustento. Cuando se disponía a regresar perdió contacto
Julio coincidía. Venía por el puente del norte 25 años.
“Es como si la tierra de Cúcuta se abrió y me tragó a mi muchacho”, contó agregando que éstos años ha tenido que “armarme de valor y fuerza y decir: hoy sí voy a tener noticias”.
Lisbeth creó el “comité Esperanzas de madres desaparecidos” en 2021 cuando se dio cuenta de la cantidad de casos similares al suyo.
“Este flagelo no tiene distinción alguna. Uno deja de ser esa persona y comienza a sentir ese vacío enorme”, dice pero dejando claro que no pierden la fe.
Estas madres esperan que con la reanudación de las relaciones diplomáticas entre Colombia y Venezuela puedan tener mayor apoyo para encontrar a sus hijos.