Desde que Rusia lanzó su invasión contra Ucrania el año pasado, múltiples acusaciones por cometer delitos de lesa humanidad han caído sobre el Kremlin, entre los que destacan torturas, desaparición forzosa, ejecuciones extrajudiciales y otros crímenes de guerra, así lo reseñó INFOBAE.
Los menores de edad han sido víctimas de estos abusos por lo que fiscales ucranianos aseguraron que se abrieron más de 3.000 casos penales por delitos cometidos por Rusia contra niños en el país, incluidas docenas de casos de tortura, de acuerdo con un reporte de CNN.
Las acusaciones incluyen “asesinatos, mutilaciones, secuestros de niños, desplazamientos forzados, deportaciones, violencia sexual contra niños y secuestros”, dijo Yulia Usenko, jefa del Departamento para la Protección de los Intereses de los Niños y la Lucha contra la Violencia de la Fiscalía General de Ucrania.
Usenko aseguró además que, los delitos “a menudo se combinan con tortura y privación ilegal de libertad” y que “los órganos de instrucción y los fiscales documentan tales delitos en más de 3.200 procedimientos penales”.
Los fiscales documentaron a 75 niños que sufrieron diversas formas de tortura a manos de las fuerzas rusas, de los cuales 69 estaban ubicados vivían en la región de Chernihiv, al norte de Ucrania. Los niños fueron retenidos en el sótano de una escuela junto con adultos y sus condiciones y trato “equivale a tortura”, dijo Usenko.
La jefa del Departamento para la Protección de los Intereses de los Niños, agregó que se documentaron casos aislados de tortura infantil en las regiones del sur de Kherson y del noreste de Kharkiv, donde los niños fueron “privados de su libertad y sometidos a tortura física”.
“En realidad estaban en las cámaras de tortura junto con adultos, a los ocupantes no les importaba si era un adulto o un menor”, dijo Usenko.
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