Siete soldados resultaron este miércoles heridos en un ataque suicida con coche bomba cometido contra un puesto de control de seguridad del Ejército en la capital de Somalia, Mogadiscio, confirmaron las autoridades.
El atentado ocurrió en el barrio de Deyniile, en el norte de la ciudad, donde se encontraba apostado el personal militar.
“Un coche lleno de explosivos atacó hoy el puesto de control de nuestras fuerzas de seguridad”, declaró Ali Hassan, funcionario de seguridad del distrito norteño de Hodan, al portal informativo local Horseed.
“Siete personas resultaron heridas en la explosión y fueron trasladadas rápidamente a un hospital cercano para recibir tratamiento médico urgente”, agregó la fuente.
El grupo yihadista Al Shabab, adherido a la red terrorista Al Qaeda desde 2012, se atribuyó el ataque, que coincide con la ofensiva del Ejército contra esa organización.
El Gobierno somalí informó hoy de que treinta yihadistas murieron en operaciones efectuadas con apoyo de socios internacionales en la región de Galgaduud, en el centro del Somalia, si bien no aclaró cuándo se desarrollaron esas acciones.
Estos hechos se produjeron en medio de un renovado empuje del Ejecutivo contra Al Shabab, después de que el pasado 26 de agosto el grupo matase presuntamente a decenas de soldados en Galguduud, lo que obligó al Ejército a retirarse de varias zonas estratégicas que ahora trata de recuperar.
Los terroristas aseguraron entonces haber matado a 178 soldados, algo que negó el presidente somalí, Hassan Sheikh Mohamud.
Mohamud anunció en agosto de 2022 una “guerra total” contra Al Shabab y, desde entonces, el Ejército somalí y la Misión de Transición de la Unión Africana en Somalia (ATMIS) atacan a los terroristas, a veces con la colaboración militar de Estados Unidos.
El grupo yihadista ha respondido con potentes ataques, como el perpetrado el pasado 29 de octubre con dos coches bomba contra el Ministerio de Educación en Mogadiscio, que causó al menos 120 muertos.
Al Shabab perpetra a menudo ataques en la capital y otros puntos del país para derrocar al Gobierno central -respaldado por la comunidad internacional- e instaurar un Estado islámico de corte wahabí (ultraconservador).
Pese a que las autoridades han tomado el control de numerosas zonas en el último año, el grupo aún domina áreas rurales del centro y sur de Somalia, y ataca también a países vecinos como Kenia y Etiopía.
Somalia vive en un estado de guerra y caos desde 1991, cuando el dictador Mohamed Siad Barre fue derrocado, lo que dejó al país sin Gobierno efectivo y en manos de milicias islamistas y señores de la guerra.
EFE