El secretario general de la ONU, António Guterres, cuestionó la pasividad de los líderes mundiales ante la emergencia climática durante la Cumbre de Ambición Climática.
“Abrimos las puertas del infierno si no actuamos con firmeza”, advirtió el portugués al describir los devastadores impactos del calentamiento sobre la población.
Guterres confió en limitar el aumento de temperaturas a 1.5°C, aunque instó a terminar subsidios a combustibles fósiles, gravar carbono y reformar bancos de desarrollo.
También cuestionó la obstrucción de empresas energéticas a la transición y reclamó apoyo para países pobres, golpeados pese a no haber contribuido a la crisis.
El titular de la ONU reiteró el histórico compromiso incumplido de aportar 100 mil millones anuales para mitigación y adaptación climática.
“Una cumbre no cambia el mundo, pero puede generar un nuevo impulso”, consideró Guterres, quien confió en fomentar avances en los objetivos medioambientales globales.
Con información de EFE