Hace casi un mes se cumplieron 9 años de la muerte del actor Robin Williams, protagonista de películas como ‘La sociedad de los poetas muertos’, ‘Jumanji’ y ‘Patch Adams’.
Por El Tiempo
En el momento de su muerte, la única información revelada decía que Williams se había quitado su vida. Sin embargo, no fue sino hasta años después que muchos de sus aficionados se enteraron, a través del documental ‘Robin’s Wish’, de que el actor sufría de una grave enfermedad, llamada ‘demencia por cuerpos de Lewy’.
Hace un año, en el octavo aniversario, Susan Schneider Williams, esposa del actor, le contó a la organización ‘Brain and Life’ un poco acerca del diagnóstico de su esposo, que no salió a la luz sino hasta que el actor ya había fallecido: “Todos sus síntomas no cobraron sentido hasta que su autopsia reveló que su cerebro estaba lleno de cuerpos de Lewy. El neuropatólogo dijo que era uno de los peores casos de demencia por cuerpos de Lewy que había visto en su vida”.
Y es que, en vida, Williams solamente recibió falsos diagnósticos. Según ha contado en sus entrevistas, la salud de Robin estaba en perfecto estado hasta el 2013, cuando, un día, en su segundo aniversario de bodas, empezó a quejarse de un repentino malestar estomacal.
A este problema lo siguió un temblor en su mano izquierda que fue asociado con una antigua lesión en el hombro, y desde ahí empezó un torrente imparable de nuevos síntomas: calambres estomacales, problemas de visión, acidez estomacal, pérdida del olfato y trastornos del sueño.
Susan argumenta que, en adición a los síntomas, Williams presentaba repentinamente picos de ansiedad y miedo irracional, que fueron aumentando potencialmente con el paso de los días hasta que llegó el punto en que nada de lo que ella hiciera podía tranquilizar a su esposo.
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