Estas pautas dadas por el fundador de Microsoft se pueden tomar como una guía para adultos jóvenes.
Por infobae.com
Bill Gates, el empresario propietario de Microsoft, ha acumulado una considerable riqueza a lo largo de su vida y ha logrado numerosos éxitos gracias a sus principios fundamentales. Según la revista Forbes, el fundador de la empresa de tecnología regresó a su antigua escuela para pronunciar un discurso dirigido a los estudiantes acerca de estos principios que se han convertido en su distintiva filosofía.
Gates fue considerado como la persona más adinerada del mundo en 2014, aunque en 2018 ese título pasó a manos de Jeff Bezos, de Amazon.
El cofundador de Microsoft una vez compartió una especie de 11 reglas a un grupo de estudiantes, con el fin de que reflexionaran sobre el salto que significa salir de la universidad y tener responsabilidades en un trabajo.
1. La vida es injusta
Gates dijo “la vida no es justa, acostúmbrate a ello”. Es necesario adaptarse a situaciones injustas como parte de fortalecer la resiliencia, pero la injusticia, ya sea en cuestiones fundamentales o no, debe motivar a los estudiantes a mantener una mentalidad de lucha y acción.
2. El mundo y la autoestima
El cofundador de Microsoft les comentaba a los estudiantes que el mundo espera que logren algo, independientemente de que se sientan bien o no consigo mismos, porque a la gente no le importa la autoestima que se tengan.
3. El salario después de la universidad
El magnate advirtió que no ganarían 5.000 € mensuales justo después de haber salido de cursar su carrera profesional. Agregó que tampoco serían el vicepresidente de una empresa, con coche gratis, hasta que hayan terminado sus estudios, y hayan trabajado mucho.
4. Los jefes pueden ser peores que los profesores
Gates alertaba que si pensaban que su maestro era duro, tenían que esperar hasta que tuvieran un jefe, pues ese sí que no tendría vocación de enseñanza ni la paciencia requerida.
5. La dignidad detrás de hacer hamburguesas
Dedicarse a freír hamburguesas no la quita dignidad. Los abuelos tenían una palabra diferente para describirlo: oportunidad. La dignidad del trabajo proviene de la perfección en su ejecución y no del objeto material en que se opere. Otra cosa distinta es la recompensa.
6. Meter la pata no es culpa de los padres
Todos los errores que alguna vez podrán cometer los estudiantes, no serán culpa de sus padres. Las equivocaciones son parte de la vida y se debe aprender de ellos.
7. Los papás siempre saben más
Antes de que nacieran, los padres de los estudiantes no eran tan aburridos como quizás son actualmente. Su transformación comenzó debido a las responsabilidades de pagar las cuentas, lavar la ropa sucia y escuchar discursos sobre la supuesta superioridad y las quejas constantes ellos.
Por lo tanto, antes de emprender una lucha generacional, se sugiere que comiencen a dedicarse a la limpieza y organización de su propia vida, comenzando por su habitación, escritorio, armario, entre otros.
8. En la vida real, si se pierden años
En las instituciones educativas puede haberse eliminado la diferencia entre ganadores y perdedores, pero en la vida real no. En algunos sitios ya no se pierden años lectivos y dan las oportunidades necesarias para encontrar la respuesta correcta a los exámenes y para que las tareas sean cada vez más fáciles. Eso no tiene ninguna semejanza con la vida real.
9. La vida no se divide en semestres
No hay vacaciones de verano largas en lugares lejanos y muy pocos jefes se interesarán en ayudar a que se encuentren a sí mismos. Todo esto lo tendrán que hacer en su tiempo libre.
10. La vida de verdad
La televisión no es la vida real. En la vida cotidiana, la gente de verdad tiene que salir del café de la película para irse a trabajar.
11. Ser amable con los nerd
La probabilidad de que los mejores de la clase se conviertan en los futuros jefes de mucho es bastante alta, decía Gates. Por eso había que portarse bien con ellos.