El otoño boreal acaba de empezar, pero no es demasiado pronto para mirar al invierno, sobre todo porque este puede ser drásticamente diferente al de los últimos años debido a El Niño.
Por CNN
Este invierno será el primero en varios años en sentir los efectos del fenómeno, que tiene un impacto considerable en el clima durante los meses más fríos del año.
El Niño es una de las tres fases de la oscilación del sur-El Niño, que registra los cambios de temperatura del agua en el océano Pacífico ecuatorial que pueden tener efectos en los patrones meteorológicos de todo el mundo. La fase de El Niño se produce cuando estas temperaturas oceánicas son más cálidas de lo normal durante un periodo prolongado.
El Niño de este año comenzó en junio, se espera que sea fuerte este invierno boreal y que dure al menos hasta principios de la próxima primavera, según el Centro de Predicción Climática de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés).
La Niña, su contraparte más fría, desempeñó un papel muy importante en los últimos tres inviernos en Estados Unidos, manteniendo seco el sur mientras que algunas partes del oeste recibieron una gran cantidad de nieve muy necesaria.
Las primeras predicciones invernales del Centro de Predicción Climática tienen muchas de las características de los inviernos típicos de El Niño, lo que augura cambios por venir.
¿Cómo podría ser este invierno boreal?
No hay dos inviernos de El Niño iguales, pero muchos tienen en común las tendencias de temperatura y precipitaciones.
Una de las principales razones es la posición de la corriente en chorro, que suele desplazarse hacia el sur durante un invierno de El Niño. Según la NOAA, este desplazamiento suele traer un clima más húmedo y frío al sur, mientras que el norte se vuelve más seco y cálido.
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