Las primarias de la oposición, previstas para el próximo 22 de octubre han prometido ser un paso en el camino de la reconstrucción de la democracia en Venezuela. Traen consigo, también, la validación de un derecho que los exiliados perdieron desde el mismo momento en el que decidieron salir del país: el sufragio, así lo reseñó INFOBAE.
“Es un proceso ipso facto, una vez que uno abandona el país, uno sabe que inmediatamente no va a poder votar”, dijo en diálogo con Infobae el ex comisionado de la Organización de Estados Americanos (OEA) para los migrantes y refugiados venezolanos, David Smolansky.
Aunque se estima que los exiliados venezolanos alrededor del mundo son más de siete millones y medio, el régimen de Nicolás Maduro se ha encargado de deslegitimar la cifra. El discurso del chavismo se ha enfocado en desestimar a quienes se fueron en busca mejores condiciones de vida que las ofrecidas en la crítica y empobrecida Venezuela.
Las embajadas de la dictadura no cuentan con un registro consular actualizado. El Consejo Nacional Electoral mantiene cerrada la actualización de datos, ante la evidente oposición de quienes viven fuera del país. Esto es considerado por la oposición como parte de la estrategia del régimen para reducir el impacto electoral en una eventual contienda.
A diferencia de las órdenes del régimen, en su consulta interna, la oposición venezolana decidió dar espacio a quienes se encuentran exiliados. Un total de 397.168 ciudadanos venezolanos se inscribieron para participar en la consulta.
“Es un pequeño paso para la recuperación de nuestros derechos civiles y políticos, que por más de una década se nos han negado. Esta podría ser la primera elección donde el voto va a valer y va a contar para quienes estamos desterrados. Y fue un esfuerzo enorme, porque prácticamente el proceso de inscripción duró seis semanas”, reflexionó Smolansky sobre el tema durante la entrevista.
La cifra, que puede parecer chica en comparación con la cantidad de desplazados estimados del país, es representativa si se recuerda que en 2013 la oposición, liderada por Henrique Capriles Radonski, perdió la elección presidencial – cuestionada por su transparencia – por una diferencia cercana a los 230.000 votos (1,49 %).
Para Smolansky, la posibilidad del voto de los venezolanos en estas primarias es un asunto que va más allá de la cifra.
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