Cuenta Mika Cribbs en un artículo publicado en ‘CNBC’ cómo su abuelo, Reizo, siempre ha sido para ella pura inspiración. Y es que a sus 95 años, este cardiólogo jubilado goza de una buena salud y es muy feliz. «Siempre me ha inspirado su mentalidad creativa y comunitaria y su forma de vivir con determinación. Es un gran ejemplo de cómo envejecer con dignidad», escribe la joven.
Por ABC
Es tal la admiración de Mika hacia su abuelo -o sus abuelos, pues su abuela aún vive también y lleva el mismo ritmo de vida que su marido- que la joven ha querido compartir con todo el mundo cuáles son las ocho claves que sigue al pie de la letra su abuelo para disfrutar de una buena vida. Y advierte: «Estas ocho claves son innegociables».
He aquí sus ocho puntos no negociables para una vida longeva, larga y feliz:
Un paseo al amanecer
«Mis abuelos son madrugadores. A las 5 de la mañana ya han empezado su paseo matutino. Suelen andar entre 30 minutos y una hora y dan al menos 7.000 pasos», relata la joven. Ya sea dar paseos por el barrio o irse a lugares más lejanos, Reizo y su mujer salen cada mañana para empezar el día con energía.
Entrenamiento
Como ya se ha comentado en otras ocasiones, pasear no es suficiente para logar una buena salud. El ejercicio de fuerza es fundamental en todas las etapas de la vida pero en la vejez también. Toca, por tanto, menos bastón y más CrossFit.
Conscientes de ello, este excardiólogo, después del paseo, hace un entrenamiento a medida. «Empieza estirando y luego hace una serie de ejercicios de fuerza y equilibrio», relata la joven. «Cada día -continua- elige cuidadosamente qué rutina hacer en función de sus capacidades y necesidades para mantenerse activo sin forzar su cuerpo».
Relaciones personales
Ya lo dijo la mayor investigación sobre felicidad que realizó la Universidad de Harvard: las relaciones sociales son claves para ser feliz. Y, a medida que envejecemos, éstas se van reduciendo, abocándonos a la soledad. Consciente de ello, Reizo se conecta a internet para estar en contacto con sus seres queridos.
«Después de hacer ejercicio, saca el portátil y se conecta a Facebook e Instagram», relata la joven, pues la familia de este octogenario se encuentra repartida por EE.UU.
Escribe en su blog
«Desde 2014, dedica unos minutos casi todos los días a escribir sus pensamientos, experiencias y reflexiones en su blog. Hoy tiene más de 1.000 entradas», cuenta la joven, quien reseña la importancia de este tipo de pequeñas acciones, cuyos resultados se ven a largo plazo.
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