El rey emérito de España, Juan Carlos I, partió este lunes rumbo a Niza tras pasar una semana en la localidad española de Sanxenxo (Galicia, noroeste) para participar en las regatas, una visita ya casi habitual en la que como en otras ocasiones tampoco se reunió con su hijo, el actual monarca, Felipe VI.
Juan Carlos I se marchó a vivir a Abu Dabi, en los Emiratos Árabes Unidos, en 2020 y fijó allí su residencia, en medio de una controversia sobre su patrimonio en el extranjero.
En declaraciones a los periodistas al abandonar Sanxenxo, el exjefe del Estado español manifestó que le gustaría residir en España.
“Por supuesto”, dijo antes de partir hacia el aeropuerto, y añadir que se había encontrado “muy bien, estupendamente”, durante los días pasados en la localidad gallega.
Juan Carlos I presidió ayer la entrega de trofeos de la octava edición de la regata que lleva su nombre, en la que fue quinto a bordo del Bribón, con el que compitió el viernes y el domingo en la clase 6M.
En el acto también participó su hija la infanta Elena, quien entregó premios a los segundos clasificados de esa categoría y quien también recibió el premio por el tercer puesto de la clase 6M con el Erica.
La infanta Elena estuvo acompañando a su padre en Sanxenxo desde el pasado viernes.
La víspera, Juan Carlos I recibió a su hermana, la infanta Margarita, que llegó a Galicia con sus hijos, Alfonso y María Zurita, y su nieto Carlos.
El rey emérito y Felipe VI tendrán oportunidad de encontrarse en el evento privado que la familia real española celebrará el próximo 31 de octubre en Madrid, con motivo de la mayoría edad de la princesa Leonor, heredera al trono de España, jornada en la que, además, jurará la Constitución.
EFE