El jefe del Ejecutivo español en funciones, el socialista Pedro Sánchez, rechazó expresamente la celebración de un referéndum de autodeterminación en Cataluña, en su primera intervención ante los medios tras ser designado este martes por Felipe VI como candidato a formar un nuevo Gobierno en España.
El monarca español designó hoy a Sánchez formalmente candidato a intentar mantenerse en el cargo tras reunirse con él y con el líder conservador, Alberto Núñez Feijóo, como cierre de la ronda de contactos que establece la Constitución española con los representantes de los partidos políticos parlamentarios.
En rueda de prensa, Sánchez afirmó que es la hora de la “generosidad“, el “compromiso“, el “liderazgo” y la “política” para resolver el “problema político” de Cataluña y para sacar adelante la investidura y aseguró que cuando hable con todos los grupos parlamentarios “fijará posición” sobre sus exigencias.
El líder socialista defendió también la “difícil” decisión que tomó el año pasado sobre los indultos a los condenados por el intento secesionista en Cataluña en octubre de 2017, porque a día de hoy puede constatar “que fue acertada” y bien tomada en aras del interés general.
Sin mencionar abiertamente una ley de amnistía, Sánchez reconoció que existen conversaciones con los distintos grupos y fuerzas independentistas.
“No tengo que esconderlo”, dijo, antes de señalar que las mismas son y serán discretas, pero que los acuerdos, que espera se produzcan, serán públicos y tendrán el aval del Congreso e incluso del Tribunal Constitucional.
Tras confesarse “ilusionado y honrado” por el mandato de las urnas y el encargo del rey, recordó que su investidura no será una “broma“. “No voy a una investidura postiza, va a ser de verdad”, aseguró, para insistir en que él “no va a hacer perder el tiempo a los españoles”.
El Partido Socialista cuenta con los apoyos de sus 121 diputados, a los que uniría los 31 de la formación de izquierdas Sumar y previsiblemente los 6 diputados independentistas vascos de EH Bildu y los 5 de los nacionalistas vascos del PNV.
En plena negociación están los votos de los independentistas catalanes de ERC y de Junts, que cuentan con 7 parlamentarios cada uno.
Los dos partidos independentistas catalanes exigen a Sánchez aprobar una ley de amnistía a los políticos condenados por el intento secesionista de Cataluña en octubre de 2017 y avanzar en el reconocimiento del derecho de autodeterminación para celebrar un referéndum de independencia.
Además, el partido nacionalista gallego BNG, cuyo único diputado votó en contra la investidura de Feijóo, también avisó recientemente a Sánchez de que no tiene su apoyo garantizado.
En un primer llamamiento, Sánchez necesita la mayoría absoluta (176 escaños) y, de no prosperar, a las 48 horas habría una segunda votación en la que solo precisaría la mayoría simple.
En caso de fracasar, se disolverían las Cortes y se repetirían las elecciones generales el 14 de enero del próximo año.
EFE