Un pederasta “reincidente”. Así define uno de los investigadores del Grupo I de Protección al Menor de la Brigada Central de Investigación Tecnológica de la Policía Nacional a Santiago, el joven español (nacido en Venezuela) de 25 años detenido en Madrid por violar a su hija de pocos meses y distribuir pornografía infantil de otros bebés. Ya había sido arrestado a finales de 2021 y mediados de 2022 por difundir este tipo de contenidos a través de redes sociales como Facebook, Twitter o Discord, pero decidió ir un paso más allá y violó a su bebé, agresión que inmortalizó en dos vídeos encontrados en su teléfono móvil.
Por infobae.com
El investigador relata a Infobae España la terrorífica historia que ha acabado con Santiago en prisión provisional. Hay que remontarse hasta el año 2021, cuando la policía descubre a un individuo que distribuye contenido pornográfico de menores de muy corta edad a través de Facebook y Twitter. Se trata de un joven que vive en un pequeño piso del madrileño barrio de Aluche. Hasta allí acuden los agentes para realizar una entrada y registro e intervenir diversos móviles y ordenadores al presunto pederasta. Queda detenido, pero el juez lo pone en libertad provisional.
Lo que se encuentra en esos dispositivos estremece a los agentes y el caso pasa a manos de la Brigada Central de Investigación Tecnológica, el grupo más especializado de la Policía Nacional. Tras analizar el material pornográfico, vuelven a la residencia del sospechoso en diciembre de 2022, pocos meses después del nacimiento de su hija. La escena es dantesca. “La niña tenía arañazos del gato. También tenía el chupete lleno de ceniza, estaba todo lleno de porquería”, recuerda el investigador. Santiago y su pareja vivían con su bebé en una reducida vivienda que compartían con la titular del alquiler y otro inquilino.
“Lo hago para no hacer cosas peores”
Los agentes preguntan le preguntan por su actividad en redes sociales “Lo hago para no hacer cosas peores”, responde el joven mientras dirige la mirada hacia su hija. La policía vuelve a arrestar al pederasta, que de nuevo queda en libertad a la espera del volcado del teléfono móvil que le intervienen. Los agentes denuncian a los servicios sociales de la Comunidad de Madrid la situación de la menor y retiran la custodia a la pareja.
Tras meses de un trabajo minucioso por parte de los investigadores, descubren otra ingente cantidad de archivos de pornografía infantil distribuida por Telegram, Instagram o Discord. “Eran imágenes muy duras”, destaca el investigador. Pero fueron dos vídeos en concreto los que estremecieron a los agentes. En ambos aparecía violando a su propia hija, nacida unos pocos meses antes. También descubrieron conversaciones en las que ofrecía a la menor a terceros para agredirla sexualmente. “Decía que era lo que le gustaba y que lo iba a seguir haciendo”, relata el agente. Tras esta tercera y última detención, a principios del mes de septiembre, Santiago fue enviado a prisión provisional.