Muchos de estos problemas pueden solucionados por la garantía que dan los fabricantes.
Por infobae.com
Cualquier dispositivo que tengamos está destinado a dejar de funcionar en algún momento. Aunque pueden pasar muchos años para que un televisor se dañe, es fundamental conocer esas señales que indican que su tiempo de vida está llegando a su fin.
Gran parte de estas señales surgen por su consumo habitual y porque con el paso de los años se va generando un desgaste normal, que en algunas ocasiones suele tener solución y por ese motivo también urge tener presentes esas posibles afectaciones para anticiparnos con una reparación.
Problemas con los puertos HDMI
Estos puertos son esenciales para conectar dispositivos como reproductores Blu-ray, consolas de videojuegos y computadores. Pero si al usar estos aparatos se nota que la imagen del televisor se congela al cambiar de una entrada a otra, o si la señal de un dispositivo se pierde en el camino hacia la pantalla, es probable que haya un problema en uno o más de los puertos HDMI.
Antes de concluir que es el HDMI del televisor el que está fallando, hay que asegurarse de haber verificado los cables y dispositivos. A veces, un simple reemplazo de cable puede resolver el problema. Sin embargo, si los problemas persisten incluso después de cambiar los cables y verificar los dispositivos, es momento de considerar una revisión técnica o incluso la compra de un nuevo Smart TV.
Píxeles muertos
Los píxeles muertos son pequeños puntos negros que aparecen en la pantalla del televisor y que no desaparecen con el tiempo. Estos píxeles no funcionan correctamente y no tienen solución.
Por lo general, los píxeles muertos se originan debido a fallos en el proceso de fabricación y, aunque los televisores actuales tienen una vida útil limitada, los píxeles muertos pueden estar incluidos en la garantía si se demuestra que son un defecto de origen.
Es por esta razón que es conveniente revisar cuidadosamente la pantalla y, si hay pequeños puntos negros, reclamar pronto al fabricante, porque con el tiempo estos puntos pueden extenderse a otras áreas y afectar significativamente la calidad de la imagen.
Quemado de pantalla
El quemado de pantalla, también conocido como retención de imagen, es un problema que ocurre cuando los píxeles de la pantalla se desgastan debido a la exposición prolongada a una imagen estática, lo que resulta en marcas permanentes en la pantalla.
La gravedad y causa de este problema dependen en gran medida del tipo de panel utilizado en tu televisor. Por ejemplo, los paneles OLED y AMOLED son más vulnerables a este problema que otros tipos de pantallas. Para prevenir el quemado de pantalla, se aconseja evitar mantener imágenes estáticas en la pantalla durante largos períodos de tiempo.
Otras medidas preventivas incluyen usar el modo de bajo consumo o el protector de pantalla y ajustar el brillo y el contraste según la configuración del Smart TV. Si a pesar de todos estos esfuerzos la falla persiste y aparecen marcas permanentes en la pantalla, es necesario buscar ayuda técnica, aunque es un problema de difícil solución.
Disminución en la calidad de la imagen
Si la calidad de la imagen se ha deteriorado considerablemente, por ejemplo, con colores alterados, rayas en la pantalla o una iluminación irregular, esto es un indicio de que el televisor tiene un problema importante.
Algunos problemas comunes con la calidad de la imagen incluyen imágenes borrosas, una imagen parpadeante o con iluminación desigual, o la presencia de líneas rojas, verdes o azules a lo largo de la pantalla. A menudo, estos problemas pueden ser un indicativo de un fallo en la pantalla o en otros componentes internos del televisor.
Problemas de sonido
Si este se escucha bajo, distorsionado, los parlantes fallan o el sonido se corta a pesar de que el televisor está encendido y bien configurado, esto puede indicar un defecto en el dispositivo.
Otra opción es verificar si la garantía del fabricante cubre la reparación sin costos adicionales. Sin embargo, en algunos casos, los problemas de sonido pueden ser un indicativo de problemas más graves en la placa madre u otros componentes internos, lo que hace que la reparación sea costosa y poco práctica, además de aparecer muchos años después de la compra.