Oxígeno y asfixia, las claves de la política de drogas de Petro en Colombia

Oxígeno y asfixia, las claves de la política de drogas de Petro en Colombia

Gustavo Petro y Néstor Osuna en el lanzamiento de la Política Nacional de Drogas 2023-2033, en El Tambo (Cauca), el 3 de octubre. / Foto: Presidencia de Colombia

 

 

 

El escenario no podía ser más simbólico para socializar la nueva política de drogas: El Tambo, en el departamento del Cauca, concentra a miles de campesinos que viven de cultivar hoja de coca, en una región que es epicentro del conflicto armado agudizado por el narcotráfico.

Por El País

Hasta ese municipio llegaron este martes más de 3.000 cocaleros del Cauca, pero también de Norte de Santander y Putumayo, zonas donde la economía de la coca es la principal forma de vida de miles de campesinos. Allá llegó también el presidente Gustavo Petro para presentarles su nueva política de drogas llamada ‘Sembrando vida desterramos el narcotráfico’, que se trabajó durante un año en 27 territorios con muchas de esas comunidades, al tiempo que en sus territorios se vivía una crisis de la coca, con falta de compradores, por causas sobre las cuales no hay un consenso.

“En el Valle del Micay (Cauca) queremos hacer la primera experiencia de cambiar la economía (ilegal) por otra. Hablamos de una política que no se basa en las rejas ni en las extradiciones”, dijo Petro, cuyo discurso se centró, como lo ha hecho en escenarios internacionales, en la “hipocresía” de los Estados frente al problema del narcotráfico. Esta vez, sin embargo, hablaba también de hipocresía nacional. “Los narcos no viven en el Valle del Micay, viven en Miami, Madrid o Bogotá. El narcotráfico no nació en la sangre colombiana”, agregó, y mencionó que el narcotráfico ha permeado diferentes instancias como la Fiscalía o el Congreso.

Acabar el negocio que se ha instalado por décadas no será nada fácil y Petro lo sabe. Colombia es el mayor productor mundial de hoja de coca y de cocaína. El país ha alcanzado la mayor extensión de plantaciones de coca: las últimas cifras señalan que las hectáreas sembradas pasaron de 204.000 a 230.000 al cierre de 2022. Eso implica que es una forma de ingreso de miles de familias, y los carteles del narcotráfico están más activos que nunca.

Aunque el mandatario aseguró que su política de drogas supone una “ruptura” de la manera como se ha enfrentado el problema, admitió que no logrará desaparecerla por completo. “No podré lograrlo en todo el país, pero podemos hacerlo en el Cauca”, agregó ante un auditorio lleno de cocaleros, algunos organizados en las guardias indígenas y campesinas.

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