«Los bárbaros de Hamás masacraron a 40 bebés durante los ataques del 7 de octubre. Israel honrará a cada una de las víctimas de estos atroces ataques terroristas islamistas. No nos detendremos ante nada para hacer que estos terroristas paguen un alto precio». Así de contundente se mostró ayer la Embajada israelí en Francia, tras emitir un comunicado publicado en redes sociales, después de que un grupo de periodistas, entre ellos del canal israelí i24 y la agencia Reuters, presenciara las consecuencias de la matanza que se produjo en el kibutz de Kfar Aza, el cual fue arrasado por los combatientes de Hamás el pasado sábado, asesinando a «200 de sus 725 residentes».
Por larazon.es
Algunos de los testigos de la atrocidad la han descrito como semejante a las imágenes del Holocausto judío a manos del régimen nacionalsocialista de Adolf Hitler. Una vez liberado, las fuerzas del Tsahal, el Ejército israelí, dejó los cuerpos tal y como los encontraron para que el mundo fuera testigo de ello. El escenario que describieron los informadores era dantesco: casas saqueadas y quemadas, vehículos carbonizados, gente asesinada dentro de sus residencias y en las calles. Una visión del infierno creado por los islamistas de Hamás.
«No podemos confirmar ningún número todavía. Lo que ocurrió en el kibutz Kfar Aza es una masacre en la que mujeres, niños, niños pequeños y ancianos fueron brutalmente masacrados en una forma de acción del Estado Islámico», aseguran fuentes militares a LA RAZÓN.
En ese sentido, el general israelí Itai Veruv describió la escena: «Ves a los bebés, a las madres, a los padres yaciendo en sus dormitorios, en salas donde trataron de ponerse a resguardo y cómo los terroristas los mataron. No es una guerra, no es un campo de batalla. Es una masacre, es una actividad terrorista», explicó a los medios israelíes. Además, aseguró que algunos de los 40 bebés, sin precisar el número, fueron decapitados por los asaltantes. Los reporteros que se encontraban presentes en Kfar Aza confirmaron los hechos.
De esta manera, y en un breve intervalo de tiempo, un tercio de los residentes fue masacrado sin remisión, sin consideración de edad o género. Una muestra de odio chocante que recuerda a las masivas ejecuciones sumarísimas que Estado Islámico llevó a cabo en Irak durante la instauración de su Califato. Sin embargo, los asesinos, según el exembajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, «no solo eran miembros de Hamás», sino que entre ellos también había «civiles de Gaza que se infiltraron en Israel para cometer todo tipo de atrocidades».
De momento, la sorpresiva ofensiva de Hamás se ha cobrado la vida de 1.200 personas, entre ciudadanos israelíes e internacionales, entre los que se encuentran grupos de trabajadores filipinos de las zonas agrícolas que bordean el muro de la Franja de Gaza, nacionales estadounidenses, canadienses y alemanes, entre otros, la mayoría de los cuales fueron asesinados mientras asistían a un festival de música rave, Supernova, organizado en los aledaños de la Franja.
Francia confirmó ayer la muerte de ocho de sus ciudadanos durante la ofensiva de Hamás contra Israel. Además, el Ministerio de Exteriores galo informó a la cadena BFMTV que al menos otros veinte ciudadanos franceses estarían desaparecidos.
En Canadá ya lamentan la muerte de dos de sus nacionales. La familia de Ben Mizrachi, de 22 años, que inicialmente estaba en la lista de desaparecidos, informó de su muerte. Con anterioridad, la escuela King David de Vancouver (Canadá), donde Mizrachi estudió, había señalado que Mizrachi se encontraba en el sur de Israel para asistir a un festival de música y que era miembro de las Fuerzas Armadas israelíes. El otro canadiense cuya muerte ha sido confirmada por sus familiares es Alexandre Look, de 33 años, quien también participaba en el mismo festival en el sur de Israel que Mizrachi y que fue atacado por militantes de Hamás.
Asimismo, ayer la joven Bruna Valeanu, de 24 años, se convirtió en la segunda víctima brasileña del ataque de Hamás en el mismo festival. Poco antes, la Cancillería había confirmado la muerte del brasileño Ranani Nidejelski Glazer, quien estaba en la misma fiesta de música electrónica, a unos 20km de la Franja de Gaza, y en la que unas 260 personas fueron asesinadas y muchas otras secuestradas.
Chile también aseguró ayer que al menos tres ciudadanos con nacionalidad chilena habrían muerto en el ataque sin precedentes del sábado. Perú también lamentó el fallecimiento de un segundo compatriota: el médico peruano Daniel Levi.